"Decile al dueño que se comunique, tiene que pagar a la mafia. Que se comunique antes de medianoche": este fue el mensaje por WhatsApp que llegó a un teléfono del bar El Gran Chopp, de Pellegrini y Presidente Roca. Otro capítulo más en la saga de extorsiones mafiosas y agresiones contra comercios por parte de organizaciones delictivas cuyo origen, se presume, surge desde la población carcelaria. 

La amenaza llegó a la tradicional chopería y a una sucursal que funciona en Urquiza al 2000, donde esa misma tarde entró la siguiente leyenda por la misma vía: "Decile que tiene que pagar a la mafia. O ya sabe. Que se comunique antes de medianoche".

Estas amenazas se ventilaron en una reunión de seguridad, y en tono de reproche de las autoridades ministeriales a la Policía por haberse filtrado la información a la prensa. 

El hecho evoca un apriete similar ocurrido el 24 de enero contra el bar de Pellegrini y Ovidio Lagos: "Pagá 200 mil o te baleamos como al Establo", dijeron esa vez en alusión al atentado a tiros perpetrado el año pasado contra la parrilla de Pellegrini e Italia. 

También hay que sumar a esta seguidilla un tiroteo parecido al carribar Jorgito Junior's, en 27 de Febrero y Maipú, y a cuatro estaciones de servicio.