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Esta vez la custodia sí fue bien reforzada, y hubo chalecos antibala hasta para el chofer de la ambulancia y la médica que acompañó al herido. Una nutrida caravana de patrulleros y policías muy armados trasladó este miércoles al mediodía a Facundo "Macaco" Muñoz hasta su destino final en la Unidad Penitenciaria Nº 1, de Coronda. El joven había resultado herido de bala el martes a la tarde en un atentado perpetrado en la autopista Brigadier López, a la altura de Granadero Baigorria, cuando un furgón del Servicio Penitenciario lo trasladaba al penal corondino junto con los co imputados Luis "Pollo" Bassi y Milton Damario, todos acusados del crimen de Claudio "Pájaro" Cantero en mayo de 2013.

Una hilera de patrulleros, motos policiales y unidades del Servicio Penitenciario se alistó en el Policlínico Eva Perón, de Granadero Baigorria. Un cordón de agentes del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía provincial y de las Tropas de Operaciones Especiales alejó a transeúntes y curiosos hasta la vereda de enfrente y entonces salió Muñoz, esposado a una camilla rodeada de policías con las armas en ristre.

Muñoz había sufrido un disparo de grueso calibre a la altura de un glúteo. El proyectil atravesó la carrocería del vehículo carcelario y terminó su trayectoria en el abdomen del detenido. Otros cuatro policías sufrieron heridas menores. Muñoz fue intervenido quirúrgicamente, y luego de haberlo estabilizado, los médicos decidieron el alta en menos de 24 horas e inmersos en un clima tenso por las circunstancias que rodean el caso.

Tanto el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, como el fiscal Miguel Moreno están convencidos de que el ataque tuvo intención de asesinar a los tres acusados.

Muñoz fue ingresado a una ambulancia cuyo chofer lucía un chaleco antibalas, igual que una médica que acompañó al herido y dos policías más de custodia en la misma unidad. Si bien en un principio se indicó que Muñoz iba a ser derivado al hospital José María Cullen, de Santa Fe, luego fuentes del Servicio Penitenciario afirmaron que el detenido iría directo al penal corondino. Allí cumple prisión preventiva mientras transcurre el juicio oral que lo tiene en el banquillo de los acusados, y por el que la fiscal Cristina Herrera pidió una condena de prisión perpetua para él y para Damario, de 22 años para Bassi, y 6 años para el presunto encubridor Osvaldo Zalazar.