Fueron muchos los rosarinos que viajaron hasta Olavarría para decir presente en lo que se palpitaba sería el último recital del Indio Solari. Finalmente lo que debía ser una fiesta terminó en tragedia con el saldo de dos personas muertas y un veintenar de heridos, tres de ellos en terapia intensiva cuando, según se supone producto del colapso del predio, se produjo una avalancha de personas. 

En diálogo con Rosarioiplus.com tres rosarinos contaron cómo vivieron el evento y cuáles son sus percepciones de la situación. 

Sonia llegó este mediodía a la ciudad. Aseguró que vio "más de la mitad del recital desde afuera del predio por el temor al hacinamiento. Era evidente que entraba más gente de la que podía entrar". Dijo también que "no te miraban la entrada, ni la cartera, ni hubo control de ingreso de metales. Cada uno entraba con lo que se le ocurría".

"Yo siento que mandaron a la gente al muere, porque no hubo ningún plan de seguridad ni sanitario serio", sentenció. "La gente estaba librada a su suerte. Si alguien se desmayaba en el medio del pogo, no había un carrito para llevar la camilla", aseguró.

Además detalló: "El indio al segundo tema amagó a suspender el show, y yo rogué que no lo hiciera porque 300 mil personas ahí, con esa frustración, hubiera sido una masacre mucho".

En esto coincidió Ramiro que aún esta volviendo a rosario con algunas demoras. "El Indio no tocó dos temas seguidos. Tocaba uno, pedía calma, tocaba otro. No lo cortó porque hubiese sido peor, pero el recital se desarrolló así", contó.

En relación a las demoras, detalló que "entre la cantidad de gente que había y la congestión salimos dos horas más tarde de lo previsto. Salimos durante la madrugada cuando aún se desarrollaba eso con cierta normalidad, más allá de la cantidad de gente y la congestión esperada en un recital de estas características".

Con respecto a los incidentes aseguró que no vio mucho. "Estábamos atrás y sí lo que se notaba es este desarrollo interrumpido del recital. Tampoco nos sentimos apretados, esta bien que nosotros estábamos al final del predio y la gente tiende a irse para adelante". 

Por su parte Gabriela contó que "no había baños para esa cantidad de gente. Había a los sumo 50 baños químicos en la esquina del predio, todos juntos. Los que estaban en otro lado se tenían que atravesar todo el predio si necesitaban ir al baño".