En la previa al esperado juicio en el Tribunal Oral Federal de Rosario por la desaparición forzada, torturas y asesinato de Franco Casco en 2014, Rodrigo Mazzuchini, abogado de Diego Álvarez, jefe de la comisaría séptima en el momento del crimen, insistió en la inocencia de su defendido y afirmó que el joven "no murió torturado, sino ahogado".

"Fue una muerte fea, pero nunca tan horrible como lo que está queriendo probar la querella y el Ministerio Público Fiscal, de una tortura seguida de muerte. Eso no ocurrió, lo descarto totalmente", indicó el letrado, en diálogo con las prensa, en la puerta de los Tribunales federales de Oroño 940.

El defensor del subcomisario Diego Álvarez remarcó que "la prueba científica es contundente" y aseguró que Franco "no murió torturado, sino ahogado". "No le han encontrado ni un solo hueso roto", dijo.

En tanto, sobre las declaraciones de los testigos, Mazzuchini señaló que la toma de testimonio se realizó "sin control de la defensa". Sobre los relatos de los detenidos en la comisaría séptima el día del arresto de Casco, que apuntan a torturas en la dependencia policial, el abogado manifestó: "Los detenidos, por lo general, a la noche están escuchando cumbia todo el tiempo, es muy difícil creer la historia que cuentan".