Una persecución de la Policía a una pareja en moto que no se detuvo ante un punto móvil de control vehicular acabó con el crimen del joven conductor en un pasillo de Gálvez al 4300, en Villa Banana, este martes a la tarde.

La víctima se llamaba Maximiliano Barrionuevo, y ayer a las 3 de la tarde llevaba a su novia en su moto Honda Titán hasta su casa cuando en el barrio San Francisquito, en Cafferata y Rueda, una patrulla policial quiso detenerlo por tareas de control de calle.

Al parecer, el joven desobedeció la orden de la autoridad (más tarde familiares contarían que la falta de documentación del vehículo habría motivado la decisión de fuga) y aceleró. Se desató una persecución hacia el oeste. 

En Rueda y Lavalle la novia de Barrionuevo se arrojó de la moto y corrió. Los policías siguieron en procura del fugitivo, que continuó en carrera hasta que en un Lima y Virasoro derrapó y cayó. Intentó seguir a pie. Allí la versión policial sostiene que extrajo un arma y repelió la persecución a balazos. Y sus perseguidores contestaron el fuego.

Testigos de la balacera estimaron que se oyeron más de 20 disparos que rompieron la quietud en esas calles del barrio.

Barrionuevo cayó malherido en un pasillo que tiene salida a 27 de Febrero. Lo trasladaron al Hospital Clemente Álvarez, donde falleció hacia las seis de la tarde.

En su cuerpo presentaba dos heridas de bala en el pecho, es decir, adelante, como si los disparos no los hubiera recibido en fuga sino de frente a su ejecutor.

Sus familiares, en la guardia del Heca, protagonizaron una dolorosa escena y acusaron a la policía de haberlo ejecutado. Si bien tenía un antecedente penal por portación de armas, Barrionuevo se ganaba la vida como albañil y estaba alejado de conflictos con la ley penal. "Solo se asustó porque no tenía los papeles de la moto encima y escapó", era el lamento de sus parientes ayer por la tarde.