La preocupación no es nueva. El debate sobre qué hacer y cómo contrarrestar una modalidad delictiva en alza se repite cada tanto en la comisión de Seguridad del Concejo. Desde el 2014, año en el que se dispararon los casos de entraderas según los registros oficiales, los ediles escuchan relatos en primera persona de vecinos que han sido víctimas de un flagelo que nadie logra detener. Proponen cambiar las cuadrículas y las horas de patrullaje.

La última reunión para abordar la temática se produjo a mediados de marzo, luego  de una larga lista de robos domiciliarios que ocurrieron en las primeras dos semanas del mes.  Miguel Angel, de 69 años, de barrio La República, fue uno de los vecinos que narró su pesadilla. Dos delincuentes lo abordaron en la puerta de su casa (9 de julio al 4300) cuando volvía de la cancha. Lo golpearon y le vendaron los ojos.  Le robaron 14 mil pesos, dos relojes y un celular.

“Abrí la puerta y ya uno atrás me dio un golpe en la cara. Me metió adentro, me ató, me pedía plata. Tenían un cuchillo y dieron vuelta toda la casa. Duró como diez minutos. Me desató un vecino", contó el hombre en la reunión. Casos como el de Miguel Angel se repitieron durante los meses de abril y mayo. Los recortes periodísticos reflejan un total de 53 entraderas, casi una por día.

En fiscalía reciben un promedio de 9 denuncias por semanas, según los datos recopilados por Rosarioplus.com. “Sabemos que es una modalidad delictiva compleja de combatir. Pero estamos convencidos que para prevenir las entraderas es necesario un plan intensivo de patrullaje de la ciudad, teniendo en consideración los horarios de mayor riesgo ante este tipo de delitos. Esto hoy no se hace", explicó el concejal Diego Giuliano (Rosario Federal), presidente de la comisión.

El edil pidió que las fuerzas de seguridad se hagan eco de un decreto sancionado en septiembre de 2014, en el que se estipula un reordenamiento de las cuadrículas de vigilancia, un refuerzo en los patrullajes en los horarios más problemáticos (de 18 a 7) y el monitoreo permanente de las videocámaras.

“El Concejo vuelve a ratificar el decreto que plantea una especial consideración por las entraderas. Más allá de que se han detenido bandas, evidentemente hay otras que siguen actuando", subrayó Giuliano.

Y agregó: “Antes eran escruches, ahora son entraderas. Los vecinos nos cuentan que han desarrollado algunas estrategias frente como ingresar el auto marcha atrás para ampliar el ángulo de visión o bien coordinar la entrada y salida de la casa con familiares o amigos. En algunos casos, directamente los autos duermen en la calle aún teniendo garaje para evitar el riesgo”.

Para el concejal, “la prevención que toman los vecinos debe ser respaldada por la presencia del Estado a través de las fuerzas de control y de seguridad provincial nacional y municipal”.  “La ola de entraderas puede y debe prevenirse”, concluyó.