Un peritaje técnico realizada al teléfono de Mauricio Laferrara, acusado junto a Esteban Alvarado en el juicio que se viene llevando adelante en el Centro de Justicia Penal, puede resultar clave para acreditar la participación del líder de la banda en el secuestro de Lucio Maldonado.

La información surgió esta semana, con la declaración como testigo de una empleada de la Agencia de Criminalidad Organizada del MPA, que dio datos sobre lo que había en el teléfono secuestrado a Laferrara, integrante de la banda y sospechado de participar de los secuestros y homicidios del prestamista Maldonado y del joven Cristian Enrique -hecho que también forma parte de la acusación en el juicio-, ambos ocurridos a fines de 2018.

La empleada del MPA, que trabaja en el equipo de investigación de los fiscales Edery y Schiappa Pietra, señaló: "Luego del secuestro de Maldonado, pudimos ver que (Mauricio Laferrara) tiene un chat con su hermana Yoana, en el que le pide que hable con Lapo (en referencia a Facundo Almada, otro de los imputados en el juicio) y que le avise a "Primo" que estaba yendo".

Tanto Mauricio Laferrara como su hermana tenían agendado como "Primo Jaime" un número que terminaba en 554. "Buscamos la titularidad de esa línea, a través de mail oficial que enviamos a la empresa Claro. Y nos respondieron que estaba a nombre de la firma Logística Santino, que ya había sido allanada por la Agencia de Criminalidad Organizada y estaba a nombre de Rosa Capuano, la esposa de Esteban Alvarado. Era ella quien estaba con el acusado en este juicio, cuando se logra su detención en la provincia de Córdoba, a comienzos de 2019", detalló la testigo. .

En otras jornadas del juicio, Edery y Schiappa Pietra ya habían hecho mención al dato de que "Primo Jaime" funcionaba como una especie de código interno de la banda para comunicarse con Esteban Alvarado. El mensaje enviado por Laferrara la noche del secuestro de Maldonado, según la teoría de Fiscalía, es la prueba de que la víctima pasó las horas en las que estuvo desaparecido en un campo en el paraje Los Muchachos, en la localidad de Piñero, propiedad del principal acusado.

Los mensajes a "Primo Jaime" también son evidencia de que Alvarado estaba al tanto de la situación esa noche del secuestro. En una de sus intervenciones, al comienzo del juicio, Alvarado había pedido la palabra para decir que tenía por costumbre dejar las tranqueras sin traba, "para que pase quien quiera". Cabe recordar que uno de los acusados por Fiscalía es el casero de Los Muchachos. 

Lucio Maldonado era un prestamista que fue desaparecido en la puerta de su casa por cuatro desconocidos a bordo de una Renault Kangoo gris, cuando bajaba de su vehículo Chevrolet Cruze. Luego, aparecería ejecutado con cuatro balazos en las inmediaciones del casino City Center, junto a un cartel que decía "Con la mafia no se jode". La hipótesis de los fiscales es que ese y varios hechos más que ocurrieron a fines de 2018 y están siendo ahora sometidos a juicio -el crimen de Enrique y varias balaceras- fueron ejecutados por Alvarado, pero con la pretensión de desviar la investigación de los mismos hacia Los Monos y hacia Rodrigo Ortigala, un ex socio suyo con el que estaba enfrentado.

El juicio continuará el próximo viernes, tras el feriado por el 24 de marzo, con la declaración de varios policías que realizaron peritajes balísticos. Para la semana que viene, se espera la presencia en las audiencias del ex ministro de Seguridad de la provincia, Marcelo Sain, que llegará como testigo por haber sido el director del Organismo de Investigaciones del MPA cuando sucedieron los hechos que están siendo juzgados.