Este jueves se realiza la audiencia de revisión de prisión solicitada por el policía acusado de matar de tres balazos al joven Jonatan Herrera el 4 de enero de 2015 cuando limpiaba su auto y quedó en medio de una persecución policial. Se trata del único efectivo que cumple condena y los familiares de la víctima temen que sea liberado, si el tribunal accede al pedido del policía, quien pidió una morigeración del régimen de prisión.

El agente Ramiro Rosales espera poder cumplir su condena como arresto domiciliario, o al menos con salidas laborales. En cualquier caso, la familia Herrera teme por su integridad, ya que “desde que ocurrió su muerte fueron muchos los amedrentamientos que vivieron: debieron abandonar el barrio porque narcos ocuparon su casa, primitos de Jonatan fueron cacheados cuando repartían panfletos sobre la causa en un parque, y después fue esa horrible intervención policial en pleno evento en el patio del Museo de la Memoria. El último hecho fue en abril pasado, cuando allanaron un depósito en el que los padres y hermanos del muchacho guardan herramientas de trabajo”, recordó el abogado de la familia, Santiago Bereciartúa en diálogo con Rosarioplus.com.

El letrado consideró poco probable que Rosales pida libertad condicional, pero no lo descartó, a la vez que hipotetizó que “en caso de tener algún tipo de libertad de circulación, no creo que les haga daño a su integridad física, pero sí amedrentarlos con modos más sutiles como aparecer en un auto, algo frecuente en este tipo de casos de gatillo fácil”.

Rosales disparó once veces aquel 4 de enero y tres de las balas impactaron en el tobillo, la cabeza y la pierna de Jonatan Herrera terminando con su vida. En total, la querella contabilizó unos 50 balazos entre los de Rosales y los demás efectivos del Comando Radioeléctrico y de la Patrulla de Acción Táctica.

Otros tres efectivos ya cumplieron sus condenas -de dos años y dos años y ocho meses- por abuso de armas (y una cuarta fue absuelta al comienzo de la causa), quedando actualmente Rosales como único imputado cumpliendo condena por homicidio doloso, sentencia dictada en abril de 2015 y confirmada en segunda instancia en el mismo año. La fiscalía y la querella solicitaron sobre ello un recurso de inconstitucionalidad, considerando que se trata de un homicidio doloso calificado, que fue admitido por un tribunal de alzada, cuyo trámite aún espera ser resuelto en la Corte Suprema de Justicia provincial.

Jonatan Herrera lavaba el auto en la puerta de su casa, en pasaje Villar y Ayacucho, aquel domingo 4 de enero de 2015 cuando un grupo de policías que perseguía a un delincuente que acababa de asaltar una juguetería lo ultimó a balazos.