La crónica de pesadillas, mayores y menores, que brinda la rutina violenta de Rosario sumó esta madrugada de jueves un atentado incendiario en el barrio Pichincha, contra el local donde funciona una agencia de loterías.

No hubo que lamentar peores consecuencias que el daño material que causó el fuego. Y el dueño del comercio, afincado hace 12 años en ese negocio de Jujuy casi Alvear, manifestó ignorar la procedencia del ataque: “Nadie vio nada, no tuve amenazas previas, ni robos. No puedo decir por qué pasó esto. Cuando llegué, ya los bomberos habían apagado el fuego”, dijo al móvil de Sí 98.9.

De manera extraoficial, trascendió que una vecina que trasnochaba mirando televisión escuchó un ruido que le llamó la atención, y al asomarse divisó en la agencia de quinielas el fuego. Una o más personas acababan de poner a arder un bidón con combustible junto a la persiana del local. 

El fuego causó daños en la cortina metálica y en el cartel de la fachada.