Ignacio Actis Caporale se presentará este martes ante el fiscal federal de Rosario, Mario Gambacorta. Su vida de carreras terminó y ahora será el momento de darle explicaciones a la Justicia que esquivó con éxito hasta el domingo. El pibe solía lucirse a bordo de su Ford Fiesta en distintos circuitos del país y bajo una identidad falsa gracias a la cual ocultaba oscuro pasado. Una historia de películas y que sorprendió a sus propios colegas automovilistas, quienes dijeron desconocer en absoluto la relación de “Ojito” con el narcotráfico.

Nadie lo puede creer. Los otros competidores de la Copa Fiesta, una categoría monomarca que exige un considerable presupuesto para participar y se pasea por emblemáticos autódromos como el “Juan Gálvez” (donde ocurrió la detención), elogiaron las aptitudes de Alex Aqua, como se hacía llamar “Ojito”. Lo definieron como una persona “muy piola” y con facilidades para el volante, que prefiría mantenerse con perfil bajo y dar apenas unas pocas notas pese a su buen presente deportivo. Por eso, la detención en el autódromo causó especial conmoción en el ambiente.

Ni la Federación Regional de Automovilismo Deportivo Metropolitana, que fiscaliza cada carrera de la categoría, notó que en el plantel de pilotos se encontraba uno de los prófugos más buscados del país. Tampoco nadie se preguntó como “Aqua” conseguía financiación para mantenerse en una categoría que exige unos 7 mil pesos por carrera sólo para participar de la competencia. Eso sí, con la captura los organizadores borraron al presunto narcotraficante de todos los registros oficiales.

Actis Caporale tendrá que olvidarse pronto del mundo “tuerca” y concentrarse en las explicaciones que se le exigirán este martes en el marco de la investigación sobre tráfico de drogas que había empezado en 2012 con la captura de nueve personas. “Ojito” está acusado de vender drogas en algunos barrios del norte rosarino, como Parque Casas y La Cerámica.

Marcelo Bailaque, juez federal que organizó la captura, aceptó esperar al acusado hasta este martes debido a que éste solicitó ser defendido por un abogado de Buenos Aires.

Actis Caporale desembarcó en Rosario el lunes por la madrugada y fue alojado en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la misma que se coló en el autódromo para detenerlo. Prófugo desde 2012, cayó culpa de su pasión, los autos de carrera. Y este martes tiene una cita en Oroño al 900.