A sólo una semana de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el candidato Donald Trump está debajo de Hillary Clinton en el Estado de Arizona, un bastión de los republicanos, algo que complica su campaña.

A excepción de Bill Clinton en 1996, este Estado fronterizo con México y de creciente inmigración latina votó siempre por el candidato republicano a la Casa Blanca en 15 de las 16 elecciones celebradas en los últimos 64 años.

En el promedio de las encuestas más recientes, sin embargo, Trump está hoy 0,6 puntos por detrás de su rival demócrata, una situación sin precedentes para los republicanos de Arizona y un fuerte retroceso comparado con los casi 10 puntos que Mitt Romney le sacó a Barack Obama en 2012.

Tras décadas de intrascendencia electoral, Arizona no sale de su asombro: un candidato demócrata da batalla en tierra republicana. ¿Mérito de Hillary Clinton? Más bien de Trump y de su retórica anti inmigrante.

Gran parte del esfuerzo para frenar a Trump en Arizona es obra de organizaciones de activistas latinos que se oponen a su plan de construir un muro en toda la frontera con México, pero que sin embargo no sienten gran simpatía ni por Obama ni por Clinton, a quien ven como el mal menor.

Una victoria de Clinton en Arizona sería mucho más que anecdótica, ya que los especialistas coinciden en que no hay casi chances de que Trump llegue a la presidencia renunciando a estados donde se espera que gane, como éste.