El gobernador Maximiliano Pullaro metió una tercera marcha contra el crimen organizado. Como último logro de un extenso paquete obtuvo una importante reforma del Código Procesal Penal provincial que le sirve de nave para avanzar a gran velocidad. 

En 100 días de sesiones extraordinarias, la Legislatura aprobó más de una docena de leyes enviadas por el Ejecutivo provincial con cambios que buscaban un cambio en la política criminal. Llegó al gobierno con eso bajo el brazo y lo obtuvo rápido como para no tener excusas en ese sentido.

Todo un pack: el proyecto de ley de narcomenudeo, ley provincial de Inteligencia, reformas al Ministerio Público de la Acusación y defensa pública, a la ley de ejecución de la pena, juicios por jurado y las reformas al código procesal penal para aceitar todo. 

X de Maximiliano Pullaro

Se puede decir que Pullaro ya tiene la superestructura, lo que en términos marxistas supone las instituciones que regulan a la sociedad o una problemática.

Tiene la cáscara, pero está a prueba la infraestructura, la otra pata de la sociedad donde se comercializa, se intercambian bienes, en conclusión, las relaciones de producción. En este caso sería el narcomenudeo y los vínculos entorno a la economía delictiva.

El nexo entre ambas capas sería la policía que está por verse cuán eficiente resulta, y cuán fiel es con esta conducción del gobernador. Desde hace añares hay toda una base policial en esa infraestructura que trabaja sucio y juega en contra. Posiblemente ese siga siendo el punto clave de toda la problemática. 

Para combatir ese problema de cimiento se puede apelar a la superestructura, es decir, a una reforma policial que ordene y no tenga contemplaciones si patean en contra. En la gestión pasada se intento, tuvo resistencias y no logró hacer pie ahogado en una pelea política. En principio no se avizora una reforma en ese sentido en breve. 

El gobernador confía en el vehículo policial que tiene y las nuevas herramientas logradas con la reforma del Código Procesal Penal. Obtiene potencia y velocidad con las medidas en las investigaciones de delitos como homicidios, amenazas y extorsiones enmarcadas en el narcocrimen, y apuesta a ganar la carrera.