La abogada Nadia Schujman apuntó contra el jefe del Ministerio Público de la Acusación, Jorge Baclini, el diputado radical de Cambiemos Maximiliano Pullaro, y empresarios como el CEO del multimedios La Capital, Gustavo Scaglione, como los mentores de la investigación judicial que este mediodía develará en audiencia imputativa las razones y las pruebas que la acusan junto al ex ministro de Seguridad Marcelo Sain de supuesto espionaje ilegal. La causa que se ha denominado "el lawfare santafesino".

"Recién hoy sabré de qué se nos acusa en esta causa plagada de irregularidades, y con qué pruebas. No tengo mayores expectativas respecto del MPA porque desde que comenzó han dejado en claro la animosidad en todo esto, el trasfondo político que tiene", señaló la abogada referente de la agrupación HIJOS, que estaba a cargo del área de control policial en la gestión Sain. 

"Esta causa sigue al pie de la letra la característica del lawfare, empezando por la actuación de los dueños de comunicación teniendo en cuenta que el propietario del multimedio más grande de la provincia es un querellante, el señor Scaglione", dijo Schujman en diálogo con Ariel Bulsicco por Sí 98.9.

Scaglione es el director ejecutivo del multimedios La Capital y Grupo Televisión Litoral SA.

Shujman comparecerá en la audiencia en la Fiscalía Regional de Santa Fe, y en la calle habrá un cúmulo de apoyo civil expresado por organizaciones de derechos humanos y sindicales que se convocaron bajo el lema "Contra el lawfare santafesino". 

Quien acusa es el fiscal Ezequiel Hernández, a instancias de su jefe, el fiscal regional de Santa Fe, Carlos Arietti. Es quien hace un año mandó a realizar un allanamiento sin orden judicial a las oficinas del Ministerio de Seguridad en Rosario, con el secuestro de teléfonos y computadoras personales de funcionarios y empleados.

La hipótesis es que Sain mandó a espiar y pinchar comunicaciones de diversos actores de la política, el periodismo, y los ámbitos judicial y empresario. Hoy se sabrá con qué pruebas han comunicado eso en base a numerosas publicaciones periodísticas en paralelo con la investigación.

"Se instalaron muchas versiones, eso es parte del lawfare es la estrategia: primero condenan mediáticamente y luego hay que salir a probar lo contrario. Lo instalan en la opinión pública y condicionan al mismo poder Judicial de esa manera, operación tras operación. Si se ve a quién tengo enfrente se ve el trasfondo –analizó Schujman–: Pullaro, jefe de la bancada opositora con pretensiones de gobernador del PRO. Además, Scaglione, siendo que acreditamos que había una investigación contra él y el señor Caputo. Y a pesar de eso igual lo admitieron como querellante", confrontó la abogada investigada.

"Lo presentan en los medios al revés de cómo son las cosas realmente. Además, la causa se está llenando de policías y es gravísimo incluso para mi seguridad. Les entregaron las investigaciones de los sectores más peligrosos de la policía a la policía misma, toda esa información, con nuestras fotos, nombres, direcciones. Esa decisión me pone en riesgo", agregó.

Shujman comparó que "a Sain lo destituyeron por dos tweets, pero Baclini se sacó fotos con candidatos del PRO y eso no le hizo ruido a nadie", dijo al recordar los encuentros conocidos entre el jefe del MPA y Maximiliano Pullaro. "Queda a la luz lo que la política es capaz de hacer para perseguir opositores y voces disonantes para que no se investigue", concluyó.

También cargó con el director del Organismo de Investigaciones del MPA, Víctor Moloeznik. "La causa comienza por una denuncia suya. Al día siguiente tenía una testigo de identidad reservada declarando, y luego un grupo de policías también declarando siendo que eran contratados por Pullaro, militantes incluso. Ellos mismos nos allanaron, declararon en neustra contra y encima luego hicieron los peritajes. Es un chiquero", dijo la ex funcionaria.

"Me siento carne de cañón con toda esta inmundicia", cerró.