"Incertidumbre" es, quizás, la palabra que mejor define el momento que se vive actualmente en Argentina. En el caso de las universidades nacionales, la misma cobra aún mayor profundidad, debido a la falta de certezas sobre la política educativa que adoptará el gobierno de Javier Milei y a que los lineamientos económicos no son nada favorables al sostenimiento de la educación pública universitaria.

En la antesala de la reunión que tendrá este martes el Consejo Interuniversitario Nacional, en donde se espera la presencia del nuevo secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell (partidario de la educación privada), el domingo hubo un encuentro a nivel provincial con un panorama un poco más esperanzador.

El flamante ministro de Educación de Santa Fe recibió al rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, y a su par de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Enrique Mammarella, para definir los objetivos y trabajos en conjunto que se llevarán adelante en pos de la educación superior.

En diálogo con la Sí 98.9, Bartolacci expresó su “excelente relación” con quien fuera decano de la Facultad de Humanidades y Artes rosarina, e hizo hincapié en la importancia de poder “poner en línea” el trabajo entre la provincia y las universidades de las dos ciudades más importantes de la misma.

Dentro de ello, manifestó puntualmente la búsqueda de “trabajar alguna propuesta innovadora en la articulación Escuela Media-Universidad, que es un tema que no ha resuelto bien el sistema en las últimas décadas y ya están los equipos trabajando algunas propuestas en esa dirección”, así como también en la “formación en oficio”.

Si bien la UNR depende principalmente de Nación, resulta de fundamental importancia poder coordinar los esfuerzos locales con los provinciales, permitiendo así mayor escalabilidad y desarrollo para todo el centro y sur santafesino.

“Considero un buen gesto, y muy importante, que el Ministro de Educación piense en cómo las dos universidades más tradicionales de la provincia pueden aportar, sobre todo a enriquecer la calidad del sistema educativo provincial y en esa dirección vamos a trabajar”, agregó.

A nivel nacional, incógnitas

En contraposición, todavía resulta un enigma cómo será la política a nivel nacional y cuánta importancia se le dará a las universidades nacionales. Este martes tendrá lugar una reunión del Comité Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional en Buenos Aires, en donde esperan contar con la presencia del secretario Torrendell.

“Va a ser el primer contacto formal que tenga el Consejo de Rectores y Rectoras con las nuevas autoridades a cargo de la política educativa del gobierno nacional”, contó Bartolacci.

En ese sentido, manifestó que, mientras tanto, la sensación es de “incertidumbre, con muchas incógnitas y, naturalmente, con algo de preocupación, en un contexto muy delicado como el que estamos atravesando”.

Sumado a eso, de lo que tampoco disponen es de “precisiones respecto de muchas de las cosas que se sostienen”, tanto de lo que se dijo en campaña como de los trascendidos acerca de la política educativa nacional.

“Yo estoy intentando también ponerme en contacto con las autoridades nuevas del Ministerio de Infraestructura, porque los anuncios de obra pública impactan también -en el caso de la provincia de Santa Fe- en obras que se estaban haciendo en nuestra universidad”, agregó el rector de la UNR.  Dichas obras hoy son financiadas por el Programa Nacional de Infraestructura Universitaria.

Otro aspecto que genera incertidumbre y preocupación es la situación presupuestaria: “De confirmarse la reconducción del Presupuesto 2023 para el año 2024, sería naturalmente un escenario muy complejo porque nosotros estamos con un presupuesto para gasto de funcionamiento -que es todo lo que hacemos en la universidad por fuera del pago de salarios del personal- con valores de noviembre del 2022. Sólo se incrementó a lo largo del 2023 un 8%, lo cual imaginarás que eso produce un desfasaje fenomenal entre el proceso inflacionario que atravesamos a lo largo de este año y las capacidades presupuestarias. Aún con esas enormes dificultades que se nos generaron todo este año, pudimos llegar a diciembre cumpliendo con todos los objetivos que nos habíamos propuesto y sin lesionar ninguna de las políticas que tenemos en marcha. Eso implicó un esfuerzo fenomenal, pero razonablemente preocupa cuando se señala que ese mismo presupuesto va a ser el que tengamos para afrontar los gastos de funcionamiento del 2024”.

En ese sentido, Bartolacci remarcó en la entrevista que “la situación sería muy difícil”, y también dio a conocer que hoy ya existe un retraso en el envío de los fondos.

De las doce cuotas que el Gobierno envía a las universidades nacionales para cubrir los gastos de funcionamiento, la última depositada fue la correspondiente a octubre, y también hay un atraso en el envío de algunas resoluciones de programas adicionales que tienen financiamiento específico, que no han llegado.

“La situación es delicada, lo digo con total conciencia de que la situación general económica del país es muy complicada y que otra vez se le pide a la sociedad argentina un enorme esfuerzo, a una sociedad que además está muy cansada de hacerlo, y yo soy muy consciente de que nosotros también tenemos que acompañar con responsabilidad este esfuerzo que se le pide a la sociedad argentina en su conjunto. Pero claramente vamos a hacer todas las acciones que hagan falta para defender lo que entendemos es absolutamente necesario para el funcionamiento mínimo y normal de la universidad”, cerró Bartolacci.

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