El presidente Alberto Fernández afirmó que se encuentra "muy bien" de salud después del cuadro de gastritis erosiva con signos de sangrado que presentó durante la cumbre de G20 en Bali, Indonesia, y contó que se trata de un problema que "arrastra" desde hace varios años. "Los nervios y el estrés tienen que ver también en esto", agregó.

El mandatario reconoció que atravesó "un mal momento que pasó rápido", pero que lo obligó a restringir la agenda que tenía prevista cumplir en esta cumbre. "Fue un mal momento. Tuve un problema estomacal que arrastro desde hace varios años pero que nunca se había manifestado con el sangrado", confió Fernández en declaraciones a Radio 10 desde Indonesia, previo a su regreso al país tras su participación en la cumbre del G20.

El jefe de Estado añadió que ese cuadro "me hizo bajar la presión muchísimo y me obligó a hacer un estudio en el estómago para ver si el sangrado había parado, y por suerte se detuvo rápido".

"Los médicos me pidieron que pare un poco, así que acoté algunas cosas que tenía, y en mi vuelta haremos estudios más cuidados, pero por lo pronto, la recuperación rápida y ese es un dato tranquilizador", remarcó Fernández.