El sindicato docente de la enseñanza privada, Sadop, sacó a la calle su rechazo a la decisión del Ministerio de Educación de Santa Fe de flexibilizar las exigencias académicas del nivel secundario y prolongar las clases hasta el 23 de diciembre, en una decisión que, perciben, "nivela para abajo la calidad educativa". Por eso desde la mañana y hasta el mediodía sus directivos se abocan a juntar firmas para sumar espesor político y resistir la medida ministerial, traducida en la ya polémica Circular Nº 4. 

En una mesita de Oroño y Mendoza, Gustavo Guelbort, de la conducción local de Sadop, explicó que el rechazo gremial se debe a que las medidas de la ministra Adriana Cantero son "inverosímiles y apuntan al vaciamiento de la escuela secundaria, a bajar el nivel educativo", disparó.

"Esto muestra una desidia absoluta de la mirada que tiene la ministra para con alumnos y docentes. Es un vaciamiento de la escuela secundaria. Estamos muy preocupados, igual que mucha gente en la sociedad, porque significa igualar para abajo", agregó. 

La polémica estriba en las facilidades que se le otorgan desde ahora a los estudiantes para que aprueben cada materia. "Se les permite aprobar con trabajitos sueltos, no profundizando conocimientos, incluso hasta con un alto índice de inasistencias", disintió Guelbort.

La Circular nº 4 admite, además, que el alumno pueda pasar a cursar el siguiente año aunque adeude varias materias del año anterior, incluso sin la obligación de rendirlas.

El escrito que Sadop propone hoy a la población que suscriba plantea lo siguiente:

- NO al vaciamiento y destrucción de la escuela secundaria. 
- Los talleres, rondas de convivencia o ruedas de palabras NO implican recuperación de contenidos. 
- El gobierno provincial NO tiene una política educativa sino una  política publicitaria.
- Para castigar a los y las docentes que sostuvieron medidas de fuerza, el gobierno provincial miente públicamente y dice sostener las clases hasta el 23 de diciembre.
- El Ministerio de Educación falta a la verdad porque en el acta paritaria “propone”, nunca se deja aclarado que "se acuerda" con los gremios la extensión hasta el 23 de diciembre.

Los puntos de recolección de firmas están en Oroño y Mendoza, Córdoba y Paraguay, bajada Puccio, San Martín y Ayolas, Cuatro Plazas, y también en VGG, Firmat, San Lorenzo, Cañada de Gómez y Villa Constitución.

Sadop ya presentó al Ministerio su disenso con la decisión "por presentar falencias legales y de imposibilidad de instrumentación. Lo hicieron los dirigentes Martín Lucero y Pedro Bayúgar, dirigido a Gregorio Vietto, subsecretario de Educación Secundaria. 

La presentación se sustenta en que el contenido de la misma “manifiesta un profundo desconocimiento de la dinámica propia de la docencia secundaria” y en sus artículos “no hay una sola indicación acerca de cómo se pueden llevar a cabo dos trayectos educativos diferentes en una misma aula, ni mucho menos cómo asegurar su cumplimiento”. Se afirma que la Circular es “absurda” en tanto ni siquiera considera los espacios disponibles en cada establecimiento: “Se establecen algunos contenidos y tareas para alumnos de trayectoria sostenida y otros para quienes tuvieron trayectoria intermitente. Pero en la misma aula”.

La impugnación también refiere a los criterios de evaluación -o no- de cada alumno porque no se fija, por ejemplo, qué se hace con un alumno que no quiere cumplir las tareas que se le asignan pero está entre los que alcanzaron durante el año una “trayectoria sostenida”.

Por otro lado, se señala que “resulta notable que al mes de noviembre haya apenas cuatro circulares dictadas por esa Subsecretaría” porque tan bajo número “demuestra el nivel de preocupación por la Educación Media del funcionariado ministerial”.

Pero además de lo estrictamente escolar, la revocatoria incumple con aspectos jurídicos dado que pretende alzarse contra Decretos Provinciales (como el 817/1981) que regulan la educación secundaria, y contra Resoluciones de la propia Ministra. En ambos casos, la Circular no puede contradecir normas superiores.

Finalmente, Lucero y Bayúgar sostienen que “esta Circular revela más una movida política, mediática, que una instrucción educativa seria y científica”.