El escándalo estalló este lunes, cuando trascendió desde el Concejo Municipal que la hija del edil Carlos Cossia ingresó a trabajar a la Municipalidad por un decreto firmado por la intendenta Mónica Fein, una semana después de que el veterinario diera quórum y posibilitara así la aprobación del último aumento del boleto del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP).

Luego de un día polémico, el veterinario decidió hablar sobre el tema y señaló: “No ingresé a la política para beneficio personal ni de mi familia, no lo necesito, no es mi estilo, me dedico a esta actividad por vocación de servicio y no para poner una agencia de colocaciones”.

A través de un comunicado, el edil explicó que su hija, la psicóloga María Cossia, cumple funciones desde el mes de febrero en la Secretaría de Desarrollo Social, y que el decreto de su contrato salió recién en mayo, apenas pocos días después de que su voto decidiera el incremento del Transporte Urbano de Pasajeros en el Concejo Municipal.

Según afirmó el concejal, la votación del aumento en la tarifa del colectivo fue "por convicción" y de acuerdo a sus principios. "A nadie le gusta que las cosas aumenten de precio, pero mucho peor es no tener servicio”, señaló el presidente del bloque Peronismo Solidario.

“Como a todo padre, le preocupa que su hija tenga trabajo para desarrollar aquella actividad que la apasiona, y para la que tanto se preparó, me alegró mucho cuando me enteré que había ingresado contratada en la Municipalidad, pero eso nada tuvo que ver con otras cuestiones”, dijo Cossia.

“A mis largos años de edad, no soy ingenuo, se que esta operación mediática forma parte del juego, es la parte negativa a la que estamos expuestos quienes nos postulamos para ejercer una función pública, pero hay que tener el cuero duro para aguantar", indicó el veterinario, al referirse a la filtración del contrato de su hija en los medios de comunicación.

En cuanto a la sesión en la cual permitió el quórum para tratar los aumentos en el servicio público de trasporte, el edi dijo: “Había dado mi palabra a los taxistas de votar el aumento, los estudios de costos daban un retraso del 60% de la tarifa, el tema estaba acordado desde la semana anterior, y fue postergado por problemas políticos generados por la puja por el boleto. Ellos eran rehenes de una situación no deseada”.

“En cuanto el transporte, pasó algo similar, los estudios de costos daban $9.45, se pedía una tarifa de $8 y $8.50 para julio. Hubo propuestas, algunas serán evaluadas, incluso aporté una propia, superadora en relación a otros proyectos existentes. En este contexto los trabajadores habían firmado una paritaria del 30%, había que pagar sueldos y la situación ameritaba soluciones”, aclaró.

“Sé que puedo haber perdido credibilidad y que la difusión pública de una nota me pudo haber perjudicado. De todas formas estoy tranquilo, quienes me conocen saben que no sería capaz de ser un mercader de mis principios. Voté responsablemente por convicción, y no por un cargo público, estoy tranquilo, dolido, pero en paz con mi conciencia”, concluyó.