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La sobremesa electoral, con la derrota ya digerida, tuvo un número recurrente: 1.496. La diferencia que hace cuatro años puso a Miguel Lifschitz en la Casa Gris y dejó a Cambiemos Santa Fe con las ganas de ofrecerle un triunfo histórico a Mauricio Macri, toma un valor superior tras las elecciones del pasado domingo.

El escrutinio provisorio de los comicios generales demostró que la alianza que gobierna el país se encuentra en caída libre luego pelear los principales cargos ejecutivos en 2015 y alcanzar la cresta de la ola en 2017.

El 18,96% que obtuvo el candidato a gobernador de Cambiemos, José Corral, y el 15,41% que apenas alcanzó Roy López Molina cierran un capítulo (de tantos que vendrán) de la política santafesina, el cual se movió al ritmo de un partido de Capital Federal y con el impulso de una marca y una propuesta de marketing.

En el año 2009, dos años después de que la fórmula Mauricio Macri - Gabriela Michetti se quedara con la jefatura de gobierno porteña, aparecieron los primeros banners y panfletos del PRO en el cruce de las peatonales del centro rosarino. La candidata elegida por el partido amarillo para comenzar a instalarse en la ciudad fue Laura Bertotto de Weskamp. A pesar de contar con poco tiempo para hacer campaña y una moderada presencia en los medios, la ex presidenta del Hogar del Huérfano obtuvo 40.200 votos y consiguió una banca en el Palacio Vasallo.

Dos años después, Propuesta Republicana fue a la carga por más cargos en la provincia y apostó al conocido humorista Miguel Del Sel para pelearle la gobernación al socialismo y el peronismo. La apuesta fue más que positiva y el ex Midachi quedó en el segundo lugar, con 35,2% de los votos, a sólo 3,5 puntos de Antonio Bonfatti. Además, relegó a un muy lejano tercer lugar al candidato de Cristina Fernández de Kirchner, Agustín Rossi, que obtuvo el 22,2% de los sufragios. En Rosario, el espacio se consolidó como tercera opción, ya que su candidato a intendente, Ricardo Schlieper, alcanzó el 10.83 por ciento (53.903 votos). Además, sumó tres bancas en el Concejo (apareciendo en escena por primera vez Roy López Molina) y varios legisladores provinciales.

El 2013 posibilitó que Unión PRO Federal continúe con su crecimiento y tenga participación en el Congreso nacional desde la provincia de Santa Fe. También, las elecciones de medio término permitieron que el macrismo local aumente sus concejales a seis, con la incorporación de Anita Martínez, Carlos "Charly" Cardozo y Diego Giuliano. De esta forma, la ex conductora de TV se posicionaba para disputar la intendencia en los próximos comicios.

En coincidencia con Mauricio Macri a nivel nacional, el PRO buscó en 2015 dejar de ser una promesa y obtener un cargo ejecutivo. Sin embargo, los intentos de Miguel Del Sel en Santa Fe y Anita Martínez en Rosario, chocaron con la estructura e historia del oficialismo que conservó la intendencia local y la gobernación por escaso margen. Sólo 1.496 votos separaron a Miguel Lifschitz del humorista de Midachi, y 12.002 a Mónica Fein de la comunicadora.

Aunque Unión PRO Federal (que todavía no había formado Cambiemos) no pudo regalarle al ex presidente de Boca un triunfo electoral, el binomio Mauricio Macri-Gabriela Michetti llegó a la Casa Rosada tras imponerse a la fórmula Daniel Scioli-Carlos Zannini. 

La ola amarilla estaba creciendo a pasos agigantados y se convertiría en un tsunami en 2017, cuando a pesar de las medidas económicas que afectaban al poder adquisitivo de los trabajadores, la lista a diputado nacional que encabeza el radical Albor Cantard lograba 737.912 votos en Santa Fe.

Favorecido por el posicionamiento de la marca Cambiemos a nivel nacional y basado en el discurso que llevó al macrismo al poder, más el apoyo de un sector de la UCR, el casi desconocido abogado santafesino superaba por 232.879 sufragios al candidato kirchnerista Agustín Rossi y dejaba muy lejos a Luis Contigiani (285.788 votos), por entonces ministro de producción del gobierno de Lifschitz.

En tanto, Rodrigo López Molina arrasaba en los comicios rosarinos y recolectaba 206.994 votos para Cambiemos. Por detrás, muy a lo lejos, aparecieron el Frente Justicialista, con 114.376 sufragios, el Frente Progresista Cívico y Social, con 91.307, y Ciudad Futura con 51.821.

Menos de dos años pasaron desde que Niky y Roy aplastaron a sus rivales en las urnas y la realidad política provincial es totalmente diferente. Así como la campaña y el discurso mediático de Macri subió a los dirigentes santafesinos a la desmesurada ola amarilla del "cambio", las decisiones políticas del gobierno nacional empujaron a los candidatos locales a un abismo.

Encima, las internas en Cambiemos Santa Fe, que demoró la conformación de listas y la postulación de candidatos, profundizaron una crisis que se reflejó en las elecciones de este domingo.

López Molina perdió 126.510 votos desde que fue elegido concejal en 2017 y José Corral no pudo mantener el caudal alcanzado por Cantard y apenas llegó a los 345.654, perdiendo 392.258 sufragios en menos de un año.

Lejos quedaron las ambiciones de los dirigentes santafesinos de construir poder en la provincia para contribuir a la reelección de Mauricio Macri. A partir de ahora, la representación en el Concejo Municipal y el Congreso serán el único elemento que Cambiemos Santa Fe tendrá para ofrecer al líder de un espacio que afrontará las elecciones presidenciales con menos fuerza y votos que hace algunos meses.