El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, evitó este martes reconocer la derrota del domingo o felicitar al vencedor, Luiz Inácio Lula da Silva, aunque agradeció a la población por haberlo votado en las elecciones presidenciales, en el primer pronunciamiento que da dos días después de los comicios, en el cual prometió que respetará la Constitución.

"Siempre fui rotulado de antidemocrático, pero siempre jugué dentro de la Constitución", manifestó el mandatario en un breve mensaje leído ante la prensa en el Palacio de la Alvorada en Brasilia. "Nuestros sueños siguen más vivos que nunca", apuntó.

A 44 horas de perder las elecciones más importantes de la historia de Brasil, el derrotado excapitán del Ejército no aceptó preguntas y envió mensajes hacia sus seguidores, que han cortado más de 200 rutas en todo el país pidiendo un golpe militar y denunciando fraude.

Bolsonaro justificó las protestas que están causando caos en las rutas del país, pero pidió que sean "pacíficas", en una de las declaraciones más confusas para un proceso electoral en el país. También prometió respetar la Constitución en lo que le queda del mandato, hasta el 31 de diciembre. "Mientras sea presidente de la República y ciudadano, seguiré cumpliendo los mandamientos de la Constitución", dijo. 

En tanto, su jefe de gabinete, Ciro Nogueira, tomó a continuación la palabra y fue el encargado de aclarar que el jueves comenzará la transición con el equipo del "presidente Lula", como lo llamó.

"La presidenta del PT (Gleisi Hoffmann), según dijo, en nombre del presidente Lula, aseguró que el jueves se formalizará el nombre del vicepresidente Geraldo Alckmin. Esperaremos a que se formalice para cumplir con la ley de nuestro país", añadió Nogueira.

Poco antes, la titular del PT había anunciado que Alckmin fue designado como coordinador del equipo de transición hasta la asunción del nuevo gobierno, el 1 de enero.