Los casi 9 millones de dólares, más de 150.000 euros, yenes, riyales de Qatar y pesos argentinos que el ex secretario de Obras Públicas de la Nación José López pretendía esconder en un convento de General Rodríguez ya están resguardados en el Tesoro del Banco de la provincia de Buenos Aires, en su sede central en la ciudad de La Plata. Con un amplio despliegue policial, se trasladó el dinero, pero muchos se preguntan: ¿cuál es el destino de esta alta suma?

Según la abogada integrante de la Unidad de Recupero de Activos del Ministerio Público Fiscal, Natalia Volosin, el dinero incautado sólo vuelve a manos del Estado en caso de que haya condena contra el acusado. En principio, el delito por el que se lo acusaría es enriquecimiento ilícito.

El dinero se administra mientras se desarrolla el proceso judicial, derivándolo a una entidad bancaria en una herramienta financiera, como un plazo fijo para que tenga rendimiento. “Si hay condena, se decomisan y van a la Corte Suprema", detalló la abogada Natalia Volosin.

La Corte Suprema puede exigir lo decomisado por corrupción para administrar y darle uso ordinario del Poder Judicial, amparándose en el artículo 3, inciso b de la Ley 23.853. Según Volosin, "en otros delitos complejos (como trata, drogas, lavado) las leyes disponen destino final específico".

“Constituyen recursos específicos, propios del Poder Judicial de la Nación, afectados al Presupuesto de Gastos e Inversiones, los siguientes: (…) efectos secuestrados en causas penales que no hayan podido entregarse a sus dueños, objetos comisados (…)”.