Los maleteros de la Terminal de Ómnibus de la ciudad de Rosario volvieron a los reclamos. Tras una fallida sindicalización y el pedido de relación de dependencia al municipio en el año 2018, ahora trabajan en una cooperativa de servicios y pretenden cobrar una parte del presupuesto destinado a la estación de colectivos con el objetivo de cubrir sus salarios, leyes sociales y poder contar con un seguro de ART que los proteja.

Por la pandemia la asignación presupuestaria está parada y es por eso que los trabajadores realizaron una protesta pacífica este viernes al mediodía. Quieren que se acelere este trámite ya que la demora es de más de tres meses, sumada esta situación al párate que padecieron por la falta de servicios durante los meses de aislamiento que llevó a muchos de ellos a sobrevivir con changas o depender de los bolsones de comida que repartía el Estado.

Matías Britez, una de las caras visibles del lado de los trabajadores, contó a Rosarioplus.com que la cooperativa ya está conformada de hecho y solo resta que el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) lo formalice. La documentación fue entregada en tiempo y forma cuatro meses atrás en Buenos Aires, sin embargo el trámite viene demorado. Además confió el maletero que cuentan con el aval de las nuevas autoridades de la terminal en la figura de Héctor Peiró para funcionar bajo esa figura legal.

La tajada que pretenden estos trabajadores es una parte del canon que se les cobra a los colectivos cada vez que arriban en las plataformas del establecimiento. La suma es de 230 pesos, y si bien no está todavía definido cuánto es lo que pretenden, sostienen que parte de ese dinero les corresponde por el duro trabajo que hace diariamente ya que el dinero que reciben por parte de los pasajeros funciona como propina y no debería considerarse como salario.

“Nosotros no pretendemos ser parte del Estado, queremos ser prestadores y que por nuestro trabajo nos paguen una suma de dinero que en este caso la recibiría la cooperativa”, marcó Britez que dijo luego que esa suma cubriría los salarios básicos de quienes componen la cooperativa de maleteros.

En cuanto a los meses sin acuerdo ni cobro por la demora de aprobación presupuestaria, Britez señaló que la idea es cobrar desde el momento que se logre rubricar el presupuesto ya que si tuviesen que reclamar eso llevaría a un nuevo conflicto de callejón sin salida.

La buena relación con el actual director tuvo sus frutos. Incluso Britez admitió que Peiró estuvo en todos los detalles en los momentos más álgidos del aislamiento, incluso poniendo su auto para asistir a los maleteros llevándoles alimentos. No así es el recuerdo del funcionario a cargo de la gestión anterior: “(Orlando) Debiasi es un traidor, un sinvergüenza, nos mintió muchas veces, a nosotros nos decía una cosa y después iba a otro lado y nos desmentía. El nuevo director dialoga con nosotros y es un buen intermediario”.   

Un conflicto de larga data

Tras una instancia en el mes de octubre de 2018 en el Concejo, donde las partes fueron llamadas a discutir la problemática, la Comisión de Producción y Promoción del Empleo tomó el caso para su evaluación, sin embargo el caso quedó en la nada, simplemente fue una estrategia de dilación.

Debiasi argumentaba no tener ningún tipo de responsabilidad sobre los maleteros, aunque reconoció su existencia, y dijo que la responsabilidad sobre este tema debía recaer en las empresas que es a quienes prestan sus servicios.

 “Estamos indignados de que nos mienta para que pueda quedar bien él. En algo le debe afectar que no nos quiere reconocer, pero no vamos a bajar los brazos hasta ser reconocidos como trabajadores”, disparó Matías Britez en aquella oportunidad contra el presidente de la terminal, Orlando Debiasi.

Contrario a lo que plantea hoy, Britez sostuvo en esa instancia que el formato cooperativo ya había sido implementad con un rotundo fracaso y pretendía conformar un sindicato bajo la órbita de S.I.T.M.A.R.A, (Sindicato de Trabajadores Maleteros de la República Argentina) una entidad gremial en formación que nucleará nacionalmente a los maleteros de 18 terminales.

Por ahora, y desde hace mucho tiempo, los maleteros se organizan por su cuenta. Trabajan en tres turnos, soportan condiciones insalubres y hasta juntan “una vaquita” para gastos médicos cada vez que un compañero se lesiona. El pedido de regularización laboral es un reclamo histórico de generaciones de trabajadores maleteros. Durante la pandemia redujeron sus jornadas de trabajo a cuatro horas para amortizar lo poco que hay para repartir.