La Bolsa de Comercio de Rosario manifestó su "profunda preocupación" por la emergencia hídrica que vive Santa Fe "y que por su magnitud se ha convertido en una de las más graves de su historia". La entidad entiende que "quizás la opinión pública no ha alcanzado a magnificar la trascendencia del fenómeno y sus consecuencias".

En este marco, remarcaron que "de las 13.6 hectáreas de la superficie total de Santa Fe, más de la mitad está bajo agua". Desde el organismo recordaron que la situación afecta a dieciocho de los diecinueve departamentos santafesinos pero, en particular, golpeó duramente a algunos distritos de los departamentos de General Obligado, San Javier, Garay, Las Colonias, Castellanos, San Cristóbal, San Justo, San Martín, Vera, 9 de Julio, San Jerónimo y Belgrano.

"Se han visto perjudicados todos los sectores productivos: la lechería, la ganadería vacuna, la agricultura –especialmente el cultivo de soja–, las actividades porcina, avícola y apícola, los cultivos regionales de arroz, frutilla y caña de azúcar, la horticultura, en fin todos los rubros agropecuarias", lamntaron.

Autoridades de la Bolsa de Comercio participaron este miércoles una reunión en Rosario convocada por el gobernador Miguel Lifschitz para evaluar la situación, en la que participaron los ministros de la Producción Luis Contigiani, y de Infraestructura y Transporte José León Garibay, y entidades agropecuarias, como Carsfe, Coninagro, Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina, Agricultores Federados Argentinos, Acsoja y Casem, entre otras.

"Además de compartir un diagnóstico de la emergencia, se evaluaron las medidas adoptadas, como ser subsidios directos a productores lecheros y hortícolas, créditos a tasa subsidiada y con períodos de gracia para financiar deudas contraídas y encarar la próxima campaña, diferimiento y financiamiento de facturas eléctricas, implementación de un Fondo Rotatorio destinado a financiar la cosecha y siembra de caña de azúcar, entre otras", precisaron.

"Pero, sin dudas, lo más urgente en este momento será el otorgamiento de créditos blandos para inundados a baja tasa de interés y en condiciones muy beneficiosas para que los productores intenten afrontar el nuevo ciclo productivo", remarcaron.

"Hubo coincidencia en la necesidad de gestionar ante el gobierno nacional soluciones que deberán ser extraordinarias e inmediatas, por la magnitud del daño producido por las inundaciones, que en conjunto fue estimado en más de 2.500 millones de dólares en los diferentes sectores económicos", explicaron. Además, se requirió al Estado nacional un aporte extraordinario para la reconstrucción de rutas, caminos rurales, puentes y obras hidráulicas.

"La Bolsa comparte que no se trata sólo de un problema económico, sino con graves y penosos efectos en el plano social y con consecuencias que no se agotarán en la coyuntura, sino que pueden perdurar en el futuro", concluyeron desde el organismo.