Tras un año del congelamiento de las cuotas de los créditos hipotecarios UVA, el próximo 31 de enero vencerá el plazo que estableció el Decreto 767/2020, firmado por el presidente Alberto Fernández. Por lo tanto, a partir de febrero, los tomadores de préstamos deberán comenzar a abonar la actualización de cuotas, dependiendo del tipo de congelamiento al que se adhirieron. Entre estos casos, algunos congelaron sus deudas en agosto de 2019 y otros en marzo de 2020.  

Al parecer nada cambiará el destino. El Gobierno prepara una extensión del congelamiento de los alquileres, pero parece ser que los deudores UVA están fuera de cualquier decisión política. Sin bien el mayor porcentaje de la deuda es de bancos públicos, otra porción es de entidades privadas apuestan fuerte en el mercado de bonos, cuando Argentina intenta cerrar un acuerdo con el Fondo. Y en ese contexto nadie quiere jugársela con una medida antipática contra el sector financiero.

Agrupaciones de deudores llevaron adelante una serie de reuniones durante los últimos meses del 2020 con las flamantes autoridades del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, sin respuesta alguna, tristemente esperan lo peor, que en pocos días el congelamiento llegue a su fin y las deudas aumenten exponencialmente volviéndose impagables.

La respuesta del Gobierno es un plan de pagos para refinanciar la deuda que se contrajo durante el congelamiento (18 meses). Esto plantea un sistema de convergencia para llevar la cuota a un valor real, que si se abonara en un solo pago se incrementaría más del 50 por ciento, es decir se prorratea ese interés durante un tiempo prolongado mientras se siguen abonando las cuotas.

“Nosotros tuvimos congelamiento de cuotas y no de capital, esas cuotas que estuvieron congeladas y se pagó un importe fijo y congelado durante todos estos meses hay que pagarlo”, explicó a RosarioPlus Diego González de la agrupación Hipotecados UVA.

“Ahora la cuota va aumentar de acuerdo a la inflación, más un plus que es un porcentaje que, dividido 18 meses, da un 3 por ciento mensual lo que refleja la inflación. Sumado el 3 por ciento que tengo que devolver me da un 6 por ciento, esto en el caso de quienes congelaron en  marzo, quienes lo hicieron en agosto de 2019 van a tener que devolver un 9 por ciento, vamos a ver cómo lo implementan los bancos a esto”, advirtió ante la suba de las cuotas.

Este grupo de deudores está integrado por dos grupos. En principio quienes obtuvieron préstamos para vivienda única familiar de hasta 120.000 UVA, a quienes la cuota se les congeló en agosto de 2019 y luego en marzo de 2020 y enero de este año. Este universo es el 80 por ciento de los créditos UVA. En tanto, el otro sector de tomadores de créditos superiores a 120.000 UVA que fueron beneficiarios únicamente del segundo congelamiento.

“No puede haber créditos por indexación por inflación en un país que en 2018 tuvo un 55 por ciento de inflación”, se quejó Gonzales y aclaró que quien sacó un crédito hace tres años en 36 años y hoy debe un 300 por ciento más de lo que pidió. En agosto de 2019, en el primer congelamiento, el valor era de $40,16. Tomando una inflación piso del 3% mensual, la cuota en 2021 se incrementaría un 65% aproximadamente. Y a lo largo de 18 meses, el plazo que dura la convergencia, un 160%. Imposible de afrontar considerando lo deprimidos que están los ingresos”, expuso.

Diego siente decepción ya que el presidente Alberto Fernández tomó este tema como eje de su campaña y lo consideró una “estafa”. En principio la respuesta del Gobierno fue cercana en el nombre de la arquitecta Bielsa, a cargo del ministerio de Habitad. Tras su renuncia el dialogo fue decreciendo. Antes de esto, Luciano Scatolini, Secretario de Desarrollo Territorial, convocó a los damnificados y les planteo que era imposible salir de la indexación, pero que podrían pasar los créditos a un sistema de actualización por salarios con un tope frente a la inflación”

“Le pedimos a Bielsa y a Scatolini que nos refinancien el crédito desde el comienzo de cada hipoteca con el índice de variación salarial menos un 20 por ciento y que se dedujera bajo la fórmula HogAr, el Estado no tenía que poner un peso y los banco ganaban un poco menos”, indicó González y dijo que habían logrado un acuerdo con la exministra.

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Pero la llegada de Jorge Ferraresi opacó los planes de los deudores. Sin respuesta llevaron a cabo una marcha que fue levantada mediante una negociación con Scatolini. “En esa reunión Ferraresi se hacía el tonto, pero luego reconoció que esto fue una política pública de acceso a la vivienda, no un acuerdo entre privados. Esto se lanzó en la Casa Rosada, lo promocionaron. Fuimos objeto de dos campañas”, relató.

En dicho encuentro el flamante ministro le prometió la conformación de una mesa ampliada de diálogo para destrabar el conflicto, luego que se reuniese con el Presidente del Banco Central Miguel Pece. “Un mes después de eso me llamó Luciano Scatolini y me dijo que ellos no podían hacer nada, que vayamos a tocar la puerta del Banco Central o a la Jefatura de Gabinete”, reveló González.

Ante tantas negativas desde Hipotecados UVA lanzaron una junta de firmas para los legisladores, más una campaña en redes para hacer pública la problemática. “Queremos un crédito viable que se pueda pagar, queremos estudiarlo, hay que desendeudar a las familias porque en un par de años se vienen los remates”, remarcó en el final.