Los boliches, tal vez los más afectados por la pandemia, podrán volver a funcionar muy pronto. La autorización será de un aforo del 50% y quienes asistan deberán presentar el esquema completo de vacunación por lo menos 14 días previos al evento. Desde IDEAr, cámara que nuclea a los empresarios de boliches bailables en la provincia de Santa Fe que se construyó en plena pandemia, expresaron su optimismo por la medida, pero sostienen que solo es un anuncio de la Nación y todavía falta una decisión por parte de la Gobernación.

Juan Pablo Pueyrredón, presidente de IDEAr dijo a Rosarioplus.com que la apertura está inmersa en una cadena “no tan sencilla” porque encierra a varios estamentos del Estado. “No veo que antes del 1 de octubre tengamos alguna novedad o adelanto por parte del gobierno santafesino”, alertó el empresario y subrayó que estas etapas “habrá que atravesarlas” con tranquilidad.

En ese sentido precisó que no tiene información oficial sobre la decisión que tomaría la provincia para las aperturas de locales bailables, pero dijo que siendo las cosas así  y por los tiempos que esto implica “no ve probable que se resuelva en las próximas horas” y entendiendo como se trabajó hasta ahora, lo probable es que se espere el DNU.

En estas medidas los empresarios ven una luz de esperanza tras 18 meses sin poder trabajar. La pandemia arrasó con el rubro y hoy en la provincia de Santa Fe cerraron un 35% de los boliches bailables, y muchos de ellos no volverán a abrir sus puertas. En el caso de Rosario desde IDEAr se informó que se encuentran vigentes unas 20 habilitaciones en el rubro de las que quedan 14 en funcionamiento, y muchas de ellas reconvertidas en espacios gastronómicos con amenización musical, una de las alternativas que se permitió en los últimos meses y que parece haber llegado para quedarse.

Un histórico que está listo para volver

Sergio Boye es un histórico empresario rosarino dedicado a los boliches bailables. Su espacio tiene 35 años de vigencia en la ciudad y por él pasaron tres generaciones de rosarinos. Se trata de Década, que entre otras crisis sobrevivió al 2001 y a los difíciles años del gobierno de Mauricio Macri.

Boye aprovechó la posibilidad de reconversión que le dio la apertura anterior y sumó a su espacio gastronomía lo que le permitió como dijo “sacar un poco la cabeza del agua”. Su boliche comenzó meses atrás con espectáculos en vivo, pero sin que los asistentes pudiesen bailar bajo el rubro de bar. “De esta forma pude salir de la desesperación de muchos colegas que tuvieron que estar con las puertas cerradas”, puntualizó.

“El rubro está muy deteriorado, tuvieron que vender sus locales, no hay forma de no pagar consecuencias, pero vamos a salir adelante, el baile es una ceremonia de todos los tiempos, la gente siempre celebró y bailó a lo largo de la historia, y creo que ahora va a suceder lo mismo, no lo va a parar ni la pandemia, esperamos el regreso de la gente a nuestros locales. Yo pude sostenerme porque tuve resto con la gastronomía, pero otros debieron dar un paso al costado, tengo esperanzas y alegría por esta medida, fueron muchos meses sin trabajar para algunos”, expresó.

Ensayo con burbujas

El jueves 16 fue la oportunidad de una prueba piloto bajo la modalidad de baile en burbuja, como una iniciativa de los empresarios de salones de fiestas para lograr flexibilizar la actividad que hoy pasa por un momento álgido. La prueba tuvo el apoyo de la Provincia y se llevó a cabo en el Salón Metropolitano  

Ante la imposibilidad de poder desarrollar bailes en las fiestas por temor a contagios de Covid-19, la Provincia permitió que se llevara adelante una prueba piloto para verificar si el protocolo presentado por la cámara que los nuclea funciona.

En el ingreso se solicitaron los PCR negativos de los asistentes  y cada uno de ellos era sanitizado con alcohol en gel. LA entrada tuvo un costo de 2 mil pesos y todo lo recaudado fue donando al Hospital de Niños Zona Norte. Vale decir que cada uno de los concurrentes al evento deberá volver a testearse a una semana del evento para ver si se contagiaron o no de Covid-19

Por último, Iván Hawryluk, presidente de la Cámara de Eventos y Afines de la Provincia de Santa Fe (Ceasf), se quejó por la situación de estos últimos meses en su actividad y lanzó: “No somos bar, nos contratan para otra cosa, una fiesta, las invierten en un salón de fiestas que es otra cosa”. La falta de trabajo generó que “un 20% de los salones de fiestas de la provincia tuvieran que cerrar para siempre”, acentuó.