A casi un año de la explosión de la panadería Colella, que causó la muerte de Antonella Olmedo, de 21 años, el fiscal que investiga el caso, Andrés Marchi, imputó al propietario del local de Juan José Paso y 4 de Enero, en la ciudad de Santa Fe, el titular del comercio, a la encargada del personal, así como a los propietarios del local lindero en el que funcionaba un kiosco, como los responsables de una situación precaria de la instalación de gas que derivó en la trágica deflagración que acabó con la vida de esta joven.

El funcionario judicial les atribuyó el delito de "estrago culposo agravado por muerte", en las audiencias celebradas en la sede de la Unidad Fiscal La Capital. Marchi consideró que cada uno de los cinco imputados tuvo responsabilidad en la muerte de la joven "por la imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión e inobservancia de los reglamentos u ordenanzas vigentes".

Uno de los cinco imputados es el propietario y administrador del local en el que se produjo la explosión. Se trata de un hombre de 43 años cuyas iniciales son MW. "Como propietario había contratado el servicio de provisión de gas natural y entregó el local sin artefacto alguno conectado a la instalación y sin el correspondiente tapón de seguridad", precisó Marchi.

También fue imputado el titular de la panadería, un hombre de 29 años cuyas iniciales son NFC quien, según el fiscal Marchi, "sabía que el local comercial que había alquilado tenía irregularidades en la instalación interna de gas. Sin embargo, no comunicó a Litoral Gas que se había hecho una modificación en la instalación original de un caño aéreo y tampoco informó que había una pérdida de gas".

Otra de las imputadas es una mujer de 30 años cuyas iniciales son NS, quien era la encargada de los locales de venta de la panadería y tenía a su cargo a los empleados. "En dos oportunidades en 2015, dos empleadas de la panadería que estaban bajo sus órdenes le habrían informado que había un fuerte olor a gas, e incluso una tercera empleada le habría comunicado que había un caño pintado de color blanco detrás de la heladera que no tenía tapón", detalló Marchi.

Los otros dos imputados son los titulares de un maxiquiosco en el local lindero a la panadería. Se trata de una mujer de 43 años cuyas iniciales son MFS, y de un hombre de 46 años cuyas iniciales son GAA.

Estas dos personas ocupaban el local número 3 que estaba separado por un machimbre con el local 2, que estaba vacío, y con el local 1 que ocupaba la panadería. "Al mediodía del día de la explosión, GAA constató la existencia de un fuerte olor a gas que alcanzaba al exterior e interior del local comercial en el que estaba ubicado su quiosco", agregó Marchi. "A pesar que de conocían la probabilidad de que hubiera irregularidades en la instalación de gas de los otros dos locales, ambos omitieron hacer revisar la instalación interna, los artefactos, conductos de evacuación de gases y las ventilaciones por un gasista matriculado; y tampoco actuaron con diligencia para que los clientes que estaban en el quiosco abandonaran el lugar", concluyó el fiscal.

Antonella Olmedo murió a raíz de una falla multiorgánica producida por las quemaduras que sufrió en el 65 por ciento de su cuerpo. La explosión que le produjo las lesiones ocurrió entre las 19:30 y las 20:15 del domingo 13 de septiembre como consecuencia de una pérdida de gas natural de una boca de alimentación sin artefacto conectado y sin tapón epoxi obturador de seguridad. El gas produjo la ignición al entrar en contacto con una chispa que se produjo cuando la joven fallecida desenchufó una lámpara eléctrica mata insectos.

La deflagración generó la caída del cielorraso, rotura de vidrios, desprendimiento de las puertas de ingreso a la panadería y a los dos locales contiguos, afectación de mercaderías y corrimiento de los muebles de su lugar.

Además del fallecimiento de Olmedo, otras seis personas que estaban en el quiosco ubicado en el local número 3 y en la vía pública sufrieron lesiones de distinta consideración.