Tres policías murieron este domingo en un tiroteo cerca de la comisaría de la ciudad estadounidense de Baton Rouge, en Luisiana, Estados Unidos. Así lo informó Melvin Holden, el alcalde de la ciudad. Este viernes en la localidad se produjo un nuevo caso de gatillo fácil contra un ciudadano negro, cometido por un oficial blanco, que desató protestas raciales. 

El alcalde informó que tres policías murieron, entre "cuatro o siete" sufrieron heridas y se están investigando las causas del suceso. En tanto, el sargento de la Policía local Don Coppola sostuvo que "la situación está contenida". No obstante, una vocera de la Policía, Casey Rayborn Hicks, advirtió que podrían haber dos sospechosos sueltos.

Mientras se multiplicaban los rumores y crecía el temor por un nuevo ataque contra la Policía, las cadenas televisivas mostraron imágenes en las que se escuchaban los tiros y luego a la policía acordonando la zona y varias unidades de fuerzas especiales de los SWAT rodeando el lugar.

El gobernador de Luisiana, Jon Bel Edwards, calificó este hecho "como detestable e injustificable" en tiempos "que necesitamos unidad y sanarnos" y confirmó que "todas los recursos disponibles del estado serán usados para asegurar que los perpetradores sean llevados rápidamente a la justicia". 

Este tiroteo contra policías tuvo lugar dos días después del entierro de Alton Sterling, un hombre negro de 37 años que vendía CDs frente a un local comercial y que murió a manos de dos agentes blancos que acudieron al lugar por una llamada anónima que denunciaba la presencia de una persona que amenazaba a los transeúntes.

De acuerdo a la secuencia de los hechos, que fueron grabados en video por los transeúntes, los agentes dispararon a quemarropa a Sterling a pesar de que ya lo tenían reducido en el suelo y comprobaron que llevaba un arma, que le sacaron de un bolsillo cuando ya estaba muerto.

El caso de gatillo fácil que provocó la muerte de Sterling generó una oleada de protestas, con epicentro en Baton Rouge, contra la violencia policial hacia los negros, con su epicentro el domingo pasado cunado fueron detenidas al menos 48 personas. En dos días de protestas la cifra de detenidos alcanzó casi a 200.

Este mes en Dallas, el ex soldado afro de 25 años, Micah Xavier Johnson, mató a cinco policías e hirió a nueve personas, siete de ellas también agentes, durante una marcha contra la violencia policial. La matanza de Dallas se produjo tras más de un año en el que se han producido repetidos episodios de tensión racial, especialmente tras la muerte del joven negro Michael Brown, en Ferguson (Misuri), en agosto de 2014, a manos de un agente blanco que luego fue exonerado de todos los cargos.