"Groundfridge" o “Heladera de tierra” es el nombre de un innovador dispositivo tecnológico que proyecta un futuro prometedor en materia de consumo energético. El diseño es obra del holandés Floris Schoonderbeek, que se inspiró en el diseño de los sótanos para desarrollar un artefacto que solo necesita de la tierra para funcionar.

Este proyecto ecológico y sustentable plantea la posibilidad de reemplazar la heladera convencional, o por lo menos no cargarla tanto, con un antiguo método de conservación basado en el aislamiento natural de la tierra. Si bien no requiere de energía eléctrica, algo muy beneficioso,  el punto en contra es que no es para cualquier hogar ya que hay que tener un patio amplio para poder instalarlo.

Esta “Heladera de tierra” está elaborada con materiales ecológicos y posee una capacidad de 3.000 litros y la posibilidad de alojar en él hasta 50 kg de comida; lo que equivale a 20 refrigeradores. 

Además el diseño es más que agradable y funcional. Con su forma esférica, de unos 2,30 metros de diámetro, brinda amplios estantes de madera para organizar los distintos alimentos. Otro punto en contra, siempre hay que salir afuera para abrir la heladera.