Una enfermera de alrededor de 30 años realizaba sus tareas de revisaciones en el barrio Toba, junto al Centro de Salud Libertad, cuando sufrió una grave descompensación. Fue atendida por sus compañeros, que solicitaron el apoyo del servicio de emergencias público para trasladarla a un efector de mayor complejidad.

La ambulancia del SIES tuvo una demora de más de dos horas, “por lo que puso en riesgo la vida de esta trabajadora”, denunció la delegada del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud (Siprus – Fesprosa). Fue por esto que los propios vecinos del barrio Toba trasladaron a la mujer a un efector privado.

 “La trabajadora de la salud pública ingresó directo al quirófano, y luego en terapia intensiva, donde evoluciona favorablemente, pero continúa con un cuadro crítico”, precisó Boriotti. Según explica, “la descompensación se produjo por el pulso muy bajo, y le generó un sangrado interno (hemoperitoneo)”, que es una especie de hemorragia que lleva a una situación crítica.

Sumado a la queja sobre el servicio de traslados, la vocera de Siprus detalló que se trata de un centro de salud que trabaja en una zona muy crítica, donde cada vez hay más pacientes por asentamientos irregulares, problemas con el acceso al agua potable y al transporte público, que no ingresa al barrio.

“Esta situación la sufren cotidianamente los pacientes que acuden al sistema público de salud, y pone de manifiesto las condiciones precarias en las que trabajan los médicos y enfermeros”, analizó.