Rodríguez: No fue responsable directo en el primero ni en el tercer gol. Pero, como en partidos anteriores, en la primera llegada clara le convirtieron. Le patearon 4 veces al arco, y le hicieron 3. Y su respuesta en el segundo tanto fue muy pobre.

Ferrari: Ocupado por la marca en su sector, casi no pudo proyectarse. En el complemento, con el ingreso de Lovera por su banda, tuvo más participación. Pero no pesó.

Leguizamón: Con problemas para la marca. Especialmente cuando lo hizo lejos del área, algo que le tocó muy seguido por el trámite del partido. Se lo nota muy inseguro.

Martínez: Venía cumpliendo, pero en el final se pinchó. No pudo cortar el avance que culminó en el segundo gol de Argentinos. Y perdió el mano a mano en el tercero. Antes de eso, fue el mayor recuperador del equipo, con 5 balones de un total de 12.

Gómez: La pasó mal con Cabrera, que le ganó la espalda algunas veces. Pesó poco en el juego. Fue reemplazado antes del final.

Romero: Impreciso. Quedó expuesto a la hora de recuperar, demasiado solo para esa tarea. Se quedó en el vestuario en el entretiempo.

Camacho: Aportó vértigo, pero sin claridad. Se notó el mes de inactividad, le costó entrar en ritmo de partido, y terminó acalambrado. Falló muchas entregas, 11 de 35 intentos.

Colman: Flojo, muy flojo, y demasiado lento. No aportó a la hora de recuperar y falló varios pases, algunos de ellos de sencilla resolución. Con motivos de sobra, Montero lo sustituyó en el entretiempo.

Gil: Perdió una pelota increíble que derivó en el gol de Argentinos. Desde ese error, perdió mucha confianza. Lo único que acertó, a medias, fue el centro del final, en el gol de Zampedri. Fue el mayor distribuidor de juego del equipo, con 68 pases, pero falló 16, demasiados. Su titularidad parece insostenible.

Zampedri: Se perdió un gol increíble de cabeza tras pase de Lovera. Cuando ya no servía, anotó el descuento en una jugada de pelota parada. Generó varios tiros libres a favor ya que le cometieron 4 faltas.

Ruben: Metió un cabezazo que se fue al lado del palo. Antes y después, se consumió en la pelea con sus marcadores. No puede salir del modo sequía. Y llegó a los 902 minutos sin marcar, su peor registro desde la vuelta a Central.

Ingresaron luego

Lovera: Entró para jugar el segundo tiempo, y en 10 minutos hizo más que el resto en la primera parte. Se instaló sobre la derecha y generó peligro. Además, ejecutó un tiro libre que dio en el travesaño.

Carrizo: Su ingreso fue saludable, el equipo ganó en agresividad. Aportó movilidad y encaró varias veces hacia el arco rival. Pero no fue solución.

Herrera: Le tocó jugar en los últimos 15 minutos, y lo hizo como mediapunta, en una posición que no favorece a sus características. Le tocó participar poco del juego, padeció el desorden del equipo.

EL TÉCNICO
Montero: Su Central entregó una de las más flojas, tal vez la peor, presentación de su ciclo. Hubo problemas tanto en la generación de juego, como para la recuperación de la pelota. Además, el equipo luce frágil desde lo emocional. Cualquier golpe lo derriba, y le cuesta horrores recuperarse. En el armado, especialmente de la mitad de la cancha, el técnico insiste con la inclusión de jugadores que atraviesan un importante bajón de rendimiento.

EL ÁRBITRO
Echavarría: Cobró menos faltas de las que se cometieron. Y mostro menos amarillas de las que correspondían. A pesar de esa permisividad, el partido no se le complicó nunca. No tuvo que resolver jugadas complicadas, ni tampoco cometió errores importantes.