Diseñado para moverse entre grandes grupos de personas, un robot denominado Promobot salió del laboratorio donde se encontraba, en la localidad rusa de Pern, sin haber recibido ninguna orden. 

El Promobot se escapó del laboratorio donde fue creado, y alcanzó a huir a lo largo de cincuenta metros, pero los científicos que se encargaban de custodiarlo tardaron más de cuarenta minutos en percatarse de su ausencia. O sea que el artefacto huyó, pero despacito.

Luego se su salida, el androide se detuvo en medio de la ruta, provocando caos y asombro entre los conductores, los peatones y los policías que se encontraban por la zona y no sabían qué hacer con la máquina. Pero su travesía fue corta, y no pudo seguir avanzando porque se quedó sin batería.

Pasado el asombro, el paseo de Promobot no produjo mayores incidentes, a excepción del embotellamiento que persistió hasta que sus creadores lo retiraron.

Este robot es capaz de interactuar con los humanos, responder a preguntas y cumplir órdenes, aunque su principal objetivo es el de difundir mensajes promocionales en los eventos y realizar campañas de publicidad. Hay quienes aducen que este episodio de fuga habría sido planificado en este sentido. No sería raro que esa sea la explicación de todo.