La jornada del feriado se cubre de un manto de nubes y en el aire imperceptbles están las gotas de la lluvia que amagó durante el pasado fin de semana.

Con una temperatura mínima de 20 grados y una máxima de 32, el calor y la humedad continúan acechando sin dar siquiera un respiro de viento.

Un martes para tomarse con tranquilidad en las calles y rutas.