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Una investigación elaborada por expertos de la University College London (UCL) identificó nuevas variaciones genéticas asociadas con el color de la piel a partir del análisis de la pigmentación de más de 6.000 latinoamericanos, con una mezcla de ascendencia nativa americana, europea y africana.

Los resultados mostraron que los nativos americanos están genéticamente relacionados con los asiáticos orientales, debido al asentamiento en América del Norte de comunidades procedentes de Siberia Oriental, que se produjo hace entre 15.000 y 20.000 años. Como consecuencia, las variaciones genéticas en los nativos americanos a menudo se comparten con los asiáticos orientales.

El estudio, publicado esta semana en la revista Nature Communications, reveló que la variación de la piel clara entre los habitantes de Eurasia evolucionó con independencia de sus diferentes antecedentes genéticos. Además, el estudio identifica cinco nuevas regiones asociadas con el color de la piel, los ojos y el cabello.

Los genes relacionados con el color de la piel en los europeos se han estudiado ampliamente, pero en este nuevo análisis se identificó una variación importante en el gen MFSD12, que se observa de forma única en los asiáticos orientales y los nativos americanos.

Se descubrió que este gen estaba bajo selección natural en los asiáticos orientales después de que se separaran de los europeos hace unos 40.000 años, y más tarde, esta carga genética llegó a América por las migraciones de nativos americanos.

Es la primera vez que el gen MFSD12 se ha relacionado con el color de la piel en los nativos americanos y los asiáticos orientales. El doctor Kaustubh Adhikari, del Instituto de Genética de la UCL, afirmó que la investigación demuestra que el color de la piel más claro "evolucionó de manera independiente en Europa y Asia Oriental".

"También mostramos que este gen se encontraba bajo una fuerte selección natural en el este de Asia, posiblemente como adaptación a los cambios en los niveles de luz solar y la radiación ultravioleta", pormenorizó.

Los responsables del estudio señalaron que sus hallazgos además de ayudar a explicar la variación de la piel, el cabello y el color de los ojos de los latinoamericanos, arrojan luz sobre la evolución humana y amplían el conocimiento sobre los factores de riesgo genéticos que actúan en enfermedades como el cáncer de piel.

(EFE)