La circulación social, las fiestas clandestinas que proliferan en la región, y la despreocupación sanitaria que se aprecia en la costa atlántica con turistas de todo el país lleva a concluir al gobierno santafesino que la segunda ola de coronavirus romperá en Rosario y las principales ciudades de la provincia en febrero.

“Una segunda ola que va a llegar en breve, porque ninguna región se escapa a las estadísticas. La película que estamos viendo en Europa probablemente se repita acá”, explicó Rodrigo Mediavilla, director de Salud provincial. “Lo cierto es que la segunda ola va a llegar y en breve, para febrero o finales de febrero”, calculó, en sintonía con las previsiones que antes había revelado la ministra Sonia Martorano

Un ejemplo de lo que está dispuesto a hacer el gobierno es lo de Tostado, ciudad norteña a la que se le impuso un regreso a fase 1, de aislamiento total, debido al incremento de casos y la inconducta ciudadana ante la pandemia. Por eso el funcionario, en diálogo con LT8, apeló a la responsabilidad ciudadana y al correcto uso de elementos de protección.

“Lo que estamos teniendo en toda la provincia de Santa Fe es el enlentecimiento del descenso de los casos. Tuvimos un gran pico y comenzaron bajar los contagios y esa curva descendente se ha ido amecetando, no podemos hablar de un rebrote todavía”, explicó.

Igual que Martorano, Mediavilla recalcó que “la franja etaria de los jóvenes es el sector donde está el menor acatamiento de las medidas, de los protocolos y la conciencia. Además se da en los grandes conglomerados como Rosario, Venado Tuerto, Rafaela”.

En resumen, Santa Fe no escapará a lo que ya se ve en Europa. “Lo cierto es que la segunda ola va a llegar y en breve, para febrero o finales de febrero. No podemos decir que haya concluido la pandemia. Tenemos que pensar que estamos en una emergencia nacional. La situación estacional, el verano, llama a las salir, viajar pasarla con amigos pero tenemos que ser conscientes”, señaló el funcionario.

Y confirmó que el endurecimiento de las restricciones, y hasta un toque de queda sanitario, es una posibilidad que el Ministerio tomará si las perspectivas se complican. 

"El peor error es el relajamiento del cuidado. Es necesario continuar cuidándonos, el distanciamiento social, el barbijo, el lavado de mano y el barbijo.