"Terminal Norte", el unitario documental de Lucrecia Martel, retrata la intimidad del ensayo musical y la complicidad entre mujeres dentro del proyecto musical de Julieta Laso. El filme, en rigor un mediometraje de 36 minutos, tendrá una proyección especial en el próximo Festival Internacional de Cine de Berlín, pero ya se puede ver en la plataforma Cont.ar junto a la presentación de 29 minutos que realizó la directora de "La Ciénaga" en el CCK. 

"Durante el año que asoló la peste, su protagonista, la cantora Julieta Laso, se refugió en el Norte del país para ensayar un show que fue cancelado. Allí conoció músicas extraordinarias, con quienes cantó y conversó en largas tertulias nocturnas", señala la sinopsis.

TERMINAL NORTE de Lucrecia Martel - trailer

Sobre esa experiencia, la intérprete dijo en octubre pasado que "cuando estás con cantoras y músicas que hacen cosas distintas, la vida se ensancha. Es mejor cuando más variado es todo. Porque somos mutantes y necesitamos el ejercicio de ir y venir. Esa imagen tan quieta de nosotras mismas es una fantasía que hemos aprendido en algún lado".

"Todos nos pasamos la vida representado cómo somos frente a los otros, y cuando los otros cambian, la representación cambia. Todos podemos identificar ciertos personajes que somos, depende el lugar y la gente. Mi escala va de pollo apaleado a perra vengativa, pasando por algunas formas humanas. Estar en el mundo es un poco la fiesta de poder ser de muchas maneras. Y no es una habilidad individual, es algo que los demás te permiten. Cuando de eso hacés una profesión, podés equivocarte un poco, porque te concentrás tanto en vos misma que te olvidás que mutar es una habilidad comunitaria. Qué tontería es esa demanda de ser uno mismo, de ser alguien, cuando tenemos la capacidad de mutar", reflexionó Laso.

Nuevo proyecto en producción

Lucrecia Martel, cuya última cinta proyectada en sala fue "Zama" (2017), se encuentra en la producción del documental "Chocobar", sobre el asesinato del dirigente diaguita Javier Chocobar en Tucumán por parte del empresario Darío Amín, con la complicidad de dos expolicías. Amín fue condenado a 22 años de prisión, condena que fue ratificada por la Corte Suprema de Tucumán en 2021.