El 9 de enero pasado el promotor de Justicia del Vaticano, Alessandro Diddi, decidió la reapertura de la causa sobre la joven desaparecida cuando tenía 15 años, en uno de los casos más enigmáticos de toda Italia, recientemente estrenado en una miniserie documental de Netflix llamada "La chica del Vaticano".

Fue a partir de los reiterados pedidos hechos por la familia en varias sedes, anunció a Télam el director de la oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.

En 2020, la Justicia de la Santa Sede había archivado las investigaciones sobre la presunta sepultura dentro del Vaticano de Emanuela Orlandi, la joven desaparecida desde 1983 en las inmediaciones de la Santa Sede.

Pedro Orlandi, hermano de la niña desaparecida, destacó la decisión de volver a investigar sobre qué sucedió con su hermana sobre la que no hay pistas hace casi 40 años, y que se convirtió en uno de los casos más enigmáticos de Italia y de la historia del Vaticano: “Quiero andar con cuidado pero el hecho de que la autoridad vaticana haya abierto una investigación es una buena noticia para mí”.

Según Pietro Orlandi "esta es la primera investigación vaticana seria" que involucrará el análisis de documentos de la Santa Sede.

La adolescente desaparecida es hija de un empleado de la Santa Sede, que desapareció el 22 de junio de 1983 después de dejar el apartamento de su familia en la Ciudad del Vaticano para ir a una lección de música en Roma.

En 2019 el Vaticano excavó en dos lugares de su territorio tras una pista en torno a dónde estarían los restos de la joven italiana desaparecida. La última excavación, en julio de 2019, se hizo en un osario del denominado "cementerio alemán" que se encuentra a metros de la Basílica de San Pedro, y no se encontró "ninguna estructura ósea que se remonte al período posterior a finales de 1800".

La excavación en el osario, del que se analizaron "centenares de huesos", se dio luego de que dos tumbas abiertas con anterioridad en búsqueda de los restos de Orlandi aparecieran vacías.

La propia familia Orlandi había hecho el pedido de investigar una tumba del cementerio alemán luego de que la abogada Laura Sgrò recibiera una carta de una fuente que mantiene en secreto con indicaciones de "investigar al ángel", en referencia a una de las lápidas del lugar.