El Gobierno cuestiona la decisión del paro nacional del próximo 6 de abril en varias dimensiones. Una de ellas lo es respecto de las burocracias y sus negociados. Otra referida a lo que perdería el país por un día de paro.

Sobre las burocracias, el tema merecería unos cuantos artículos especiales. Sólo diremos algo. Resulta que los aliados temporales que hicieron posible la demora a lo Alais de la decisión del paro ahora son los enemigos del gobierno.

En otro sentido las organizaciones de trabajadores de funcionamiento democrático que no son pocas -aunque claramente minoría y que han brillado por su protagonismo público dando ejemplo de civismo y respeto de la voluntad de las bases de representados- son en verdad las no escuchadas, ninguneadas e ignoradas en sus legítimos, necesarios y cumplibles reclamos.

Pero vamos al tema con el que han salido a la prensa como segundo frente: ¿Cuánto perderá el país por un día de paro? El gobierno dice que se trata de 15 mil millones de pesos ¿Esto implica que un día entre los trescientos sesenta y cinco vale esa cifra? Según INDEC, el producto bruto interno de 2016 midió 8 billones 55 mil millones 988 mil pesos, una cifra impronunciable por su cantidad de ceros. Houston.. hay problemas porque la cuenta no cierra, excepto que estén pensando en una nueva caída del producto bruto interno para 2017.

Esta fuente muestra en sus datos que la caída del consumo en relación a la inflación -medida por la ciudad de Buenos Aires- de 2015 a 2016, habría sumado unos 106.538 millones de pesos. ¿Por qué cayó el consumo? Porque cayó el poder de compra de buena parte de la población, sea por la pérdida del empleo, la disminución de las horas trabajadas o porque sus ingresos crecieron por debajo de la inflación.

Esto ocurrió merced al conjunto de medidas promovidas por la nueva administración gubernamental. Perdieron quienes vieron bajar su capacidad de compra, perdieron las empresas que viven dependiendo de la demanda del mercado interior, perdieron el Estado nacional, los provinciales, los municipales y comunales por la caída de la recaudación asociada con el nivel de actividad y en especial el consumo.

Esto significa que fruto de la política de gobierno, la economía en su conjunto perdió una suma -durante 2016- equivalente a siete veces aquello que el gobierno nacional ve como terrible impacto por el paro anunciado.

El paro lo es precisamente para que la caída del nivel de vida se detenga y a partir de allí comenzar a reclamar lo perdido. Cierto es que no todos perdieron, no es un juego de suma cero porque ha habido ganadores fruto también de medidas de gobierno. Entre los ganadores se encuentran el sector exportador quien vio incrementar sus ventas por la devaluación y la reducción de derechos de exportación, el sector financiero también por la devaluación y por la ampliación de negocios especulativos potenciados por la autoridad monetaria, los beneficiarios del blanqueo de capitales.

Para los exportadores, el incremento de las ventas fruto de ambas medidas fue en promedio superior al 72% de 2015 a 2016. El Estado nacional dejó de cobrar en concepto de derechos de exportación una suma cercana a los 80.469 millones de pesos en 2016, es decir 5,36 veces la presunta pérdida que el gobierno atribuye a la jornada anunciada de paro.

El sector financiero, fruto de su activa participación en el mercado de títulos públicos, obtuvo una ganancia promedio –en ese segmento de negocios- del orden de los 10.000 millones mensuales durante 2016. Significa que durante 2016 obtuvieron utilidades por especulación en el mercado de títulos públicos equivalentes a 8 veces la pérdida que el Gobierno nacional afirma va a tener el paro del próximo 6 de abril.

Para el Gobierno nacional hay pérdidas necesarias y pérdidas inaceptables, ganancias imprescindibles y reclamos populares intolerables. Es la opción por los que más tienen, esta es la filosofía de la praxis del gobierno de Cambiemos.