El largo camino a octubre
Las Paso de este domingo dejarán secuelas. Es mucho lo que se juega. Mucho más de lo que apuesta todo gobierno en los comicios de mitad de mandato. Más allá de las internas abiertas y obligatorias que ahora comenzaron a ser discutidas, los legisladores de antaño que pensaron en poner en debate el rumbo de un gobierno cada dos años lo hicieron a conciencia. Es un período apropiado para establecer si la ciudadanía convalida o no un rumbo. Para determinar si quiere o no cambios en la gestión antes de que se vuelvan a discutir nuevamente los cargos ejecutivos.
Las elecciones de hoy son gravitantes porque ponen en debate la pervivencia de un cambio de sentido político en el país. El paso de un gobierno popular que duró 12 años y que fue reemplazado por una gestión de signo totalmente opuesta en lo político, en lo ideológico y en lo cultural. Quizás los electores pretendían sólo un cambio de caras al frente del gobierno, pero el cambio que operó fue copernicano y las diferencias están a la vista para quien quiera ensalzarlas o para aquel que quiera denostarlas.
La decisión de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner de ser parte de esta contienda condicionó todo el mapa electoral y no sólo en el principal distrito del país. El gobierno, que en un principio parecía estar satisfecho con enfrentarla a campo abierto, hoy ya no está tan convencido de ese choque electoral.
En Santa Fe la polarización ha quedado a un lado y se dispersó entre candidatos a los cargos nacionales muy poco conocidos. Es evidente el clima de dispersión del voto, la movilidad del sufragio que aumenta siempre en las elecciones de medio término que no tienen en disputa los cargos ejecutivos.
Un dato reciente puede ser también decisivo a la hora de establecer que estas PASO son sólo un tramo del proceso electoral completo: en las internas abiertas de 2013 votó un 62% del padrón. Y en las de 2015 lo hizo un 65%. En ambas ocasiones, en las elecciones generales que le siguieron esos mismos años la concurrencia a las urnas trepó al 80%. Esos 20 puntos más de electores pueden ser determinantes para cualquier elección. Pero primero, muchos tendrán que reponerse de los resultados de este domingo, para comenzar a pensar estrategias futuras en el largo camino hacia octubre.