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En su última gira europea antes de dejar la presidencia de los Estados Unidos, Barack Obama se despidió de la canciller alemana, con quien mantuvo una sociedad política fructífera y plena de coincidencias. No fue una despedida protocolar más. Obama le entregó a Ángela Merkel la posta de "líder del mundo libre", anticipando que su sucesor no encarnaría ese rol.

Alemania enfrentará el próximo 24 de septiembre elecciones nacionales y Merkel definirá su futuro como líder del país, de la Unión Europea y -por que no plantear también esa continuidad- como líder del mundo libre.

Partidos políticos en danza

La fuerza política de la canciller es la Unión Cristiano-Demócrata (CDU). Representa el espectro del centro-derecha del arco político y promueve, en su esencia, ideas conservadoras. Integra los gobiernos de seis de los 16 Estados federales, cuatro como líder de la coalición y dos como segunda fuerza. En el ámbito nacional, es el partido que ha gobernado la República Federal Alemana , fundada en 1949, durante mayor cantidad de tiempo con un total de cinco cancilleres: Konrad Adenauer (1949-63), Ludwig Erhard (1963-66), Kurt Georg Kiesinger (1966-69), Helmut Kohl (1982-98) y Angela Merkel (desde 2005). Cuando fue candidata en las elecciones de septiembre de 2013, se impuso con el 41,5 por ciento de los sufragios. Merkel es la candidata de la CDU para las elecciones de septiembre próximo.

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), es el partido más antiguo de Alemania y ocupa el espacio de centro-izquierda en el espectro político. De los 16 Estados, el SPD gobierna actualmente trece, nueve como líder de la coalición y cuatro como segunda fuerza de gobierno. Es oposición en los restantes tres territorios. También forma parte del gobierno a nivel federal en coalición con la CDU. Desde la creación de Alemania Federal, el SPD ha tenido tres cancilleres: Willy Brandt (1969-74), Helmut Schmidt (1974-82) y Gerhard Schröder (1998-2005). Integró otros cinco gobiernos como segunda fuerza. Su candidato a canciller para las elecciones de 2013 fue Peer Steinbrück, y obtuvo el 25,7 por ciento de los votos. El actual líder del SPD es Martin Schulz, quien es además el candidato para las próximas elecciones.

La Unión Social-Cristiana (CSU) es el partido hermano de la oficialista CDU en el Estado de Baviera. En términos ideológicos representa ideas más conservadoras aún que las de la CDU y una conexión más estrecha con los valores de la Iglesia católica, mayoritaria en la región. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha gobernado Baviera con solo dos excepciones, entre 1945-1946 y entre 1954-1957. Entre 1970 y 2008 obtuvo más del 50 por ciento de los votos. Apoyó a Angela Merkel como candidata en las elecciones de 2013. Su líder Horst Seehofer fue reelegido primer ministro de Baviera la semana anterior a las elecciones federales de ese año. Actualmente continúa aliado con la CDU de Merkel.

Los Verdes. Luego de la caída del muro de Berlín, la Bündnis 90 de Alemania Oriental y los verdes de Alemania Federal se fusionaron y formaron el primer partido ecologista de Alemania unificada. Entre 1998 y 2005 gobernaron como segunda fuerza junto al canciller Schröder (SPD). Desde 2011 los verdes gobiernan en Baden-Württemberg como cabeza de coalición. También integran los gobiernos de diez Estados federales como segunda o tercera fuerza.

Los verdes se habían establecido como la tercera fuerza de Alemania, pero perdieron este lugar tras un mal desempeño electoral en 2013, cuando apenas llegó al 8,4 por ciento de los votos. Algunos líderes del partido plantean un posición de corte más liberal para enfrentar el próximo período legislativo.

El Partido Democrático Liberal (FDP) representó históricamente a los profesionales independientes y a los pequeños y medianos empresarios. Se postula como el partido de la “clase media”. Desde 1949 los cancilleres Adenauer (CDU), Erhard (CDU), Brandt (SPD), Schmidt (SPD) y Kohl (CDU) formaron gobierno con los liberales como segunda fuerza.

También fueron los compañeros de coalición del gobierno de Merkel entre 2009 y 2013. Entre 2011 y 2014 el FDP perdió su lugar en todos los gobiernos regionales de los que formaba parte, con la excepción de Rheinland-Pfalz donde forman parte de la coalición gobernante desde 2015. Presentaron a Rainer Brüderle como cabeza de lista para las elecciones de 2013 y el 4,8 por ciento que obtuvieron los dejó fuera del parlamento por primera vez en su historia ya que no alcanzaron el mínimo requerido por el sistema electoral (estipulado en 5 por ciento). Actualmente, el FDP está en pleno proceso de renovación y, bajo el liderazgo de Christian Lindner, recuperó representación parlamentaria en siete regiones.

Alternativa para Alemania (AfD) fue fundado en febrero de 2013. Se destaca por su euroescepticismo y su rechazo a los paquetes de rescate para países del sur de la Unión Europea. Plantea una progresiva eliminación de la Eurozona y una migración controlada permitiendo sólo el ingreso de migrantes calificados. En las últimas elecciones quedó a pocas décimas de ingresar al parlamento ya que obtuvo el 4,7 por ciento (más de dos millones de votos). En 2014, tras un importante resultado en las elecciones del este, realizó un giro hacia el conservadurismo que luego de la crisis de refugiados de 2015 se volvió aún más radical. Actualmente presenta un discurso de ultraderecha que lo vincula a la xenofobia y el racismo. Desde 2014 Alternativa para Alemania ha logrado ingresar en todos los parlamentos regionales que celebraron comicios. 

Tendencias y posibilidades

Los distintos sondeos de intención de voto para las elecciones federales de septiembre que se difundieron recientemente coinciden respecto de tres cuestiones. La primera señala que Angela Merkel no tendría grandes dificultades en ser reelecta como canciller. Pese a los 12 años a cuestas en el cargo, su popularidad se mantiene, aunque se abre un interrogante acerca de la falta alternancia en el poder y el peligro que eso supone para la calidad de la democracia alemana. La segunda es que el objetivo de su principal adversario, Martin Schulz (SPD), pasó de “convertirse en canciller de Alemania”, a “evitar la peor elección de la historia”. En 2009 el SPD obtuvo el 23 por ciento de los votos, la misma cifra que actualmente le auguran las encuestas. La tercera cuestión es que, por primera vez desde 1957, el parlamento estaría integrado por seis partidos políticos. Eso se debería al regreso de los liberales (FDP) y a la llegada de los ultraderechistas de AfD.

Lo que no queda claro es de qué manera se conformará la coalición gobernante. La primera posibilidad es una reedición de la “gran coalición”, es decir una alianza entre los dos partidos mayoritarios. Sería la tercera de los últimos cuatro períodos legislativos. Es muy posible que eso dañe aún más la imagen del partido socialdemócrata.

Paralelamente, una nueva gran coalición favorecería el discurso antisistema de la ultraderecha, que sostiene que los partidos tradicionales son todos iguales. La segunda opción es absolutamente inviable ya que involucra justamente a la ultraderechista AfD, un partido con el cual nadie parece dispuesto a dialogar, al menos por ahora. La última posibilidad, es una coalición “Jamaica”, denominada así por la combinación de los colores característicos de la CDU (negro), los Verdes y los liberales (amarillo). Para que este pacto se convierta en realidad no alcanzará con la suma de bancas ni con la negociación de cargos y proyectos. Será necesario un trabajo minucioso de construcción de consenso y reconciliación entre viejos adversarios. Por un lado, los verdes con los liberales, cuya confrontación ha llegado a niveles importantes. Por otro, los conservadores de Baviera (CSU) con los ecologistas, un relación que a primera vista pareciera imposible. 

A sólo un escaño de la mayoría queda la tradicional alianza conservadora-liberal. Una constelación que dejó una pésima imagen luego de sus últimos cuatro años en el gobierno (2009-2013). Habrá que ver si el electorado alemán está dispuesto a darle una nueva oportunidad.

Independientemente de la fórmula de coalición que se alcance, Alemania parece inclinada a la continuidad. En un mundo que oscila entre liderazgos temperamentales como los de Donald Trump y Vladimir Putin, Angela Merkel, con su aire de señora apacible, bien puede seguir ostentando la