Esta vez no ha sido un apagón ni la suba de tarifa lo que pone a la Empresa Provincial de la Energía de nuevo en el candelero. El asunto es un malestar interno originado en la contratación de un asesor del directorio que lleva embolsados en el último año, y sólo en concepto de viáticos casi 200.000 pesos. Es que el hombre no reside en la provincia de Santa Fe, sino en Pilar, provincia de Buenos Aires. Ahora ha llegado la hora de renovarle el contrato, y entonces saltó la bronca en las estructuras de la EPE. No fue el sindicato Luz y Fuerza esta vez, sino la organización gremial de los gerentes, la Asociación del Personal Jerárquico de la EPE, cuyo presidente, José Pereyra, le planteó la queja al titular de la compañía estatal, Daniel Cantalejo. Es que al asesor en cuestión, Marcelo Crismanich, le van a renovar el contrato por un año más, pese a que la gestión Bonfatti, y por ende, la de sus funcionarios políticos, incluido el ministro del área, Antonio Ciancio, sólo irá hasta diciembre.

La bomba estalló cuando en los pasillos de la EPE se conoció el expediente 1-2015-802112, que impone la contratación por un año más de Crismanich para “ejercer la coordinación técnica y comercial con incumbencia en las actividades de las gerencias dependientes del Directorio y del área Relaciones Institucionales”, según la carpeta que está a la firma de los cinco directores de la EPE. “Nos permitimos asimilar esa función a la de un gerente general, cargo inexistente en la estructura de la EPE”, advirtió Pereyra en su queja.

Crismanich se desempeña desde el año pasado como asesor de la conducción de la distribuidora eléctrica, en base a su experiencia en compañías privadas. Por ello ha venido cobrando 35.000 pesos de honorarios, y unos 7.000 pesos semanales en viáticos. Como sucede con todo elemento extraño allí, el hombre nunca hizo pie ni popularidad entre jerárquicos ni entre empleados.

En su perfil social se presenta como consultor en energía y operaciones, y acredita experiencia en la distribuidora catamarqueña Edecat y en Eden (provincia de Buenos Aires). “Estoy desarrollando Consultoría en Eficiencia Energética para Edificios, Industrias y Comercios implementando la Norma ISO 50.001 de Gestión de Energía y Consultoría de Seguridad  y Operaciones para el Directorio de la EPE”, afirma en la red Linked in. Pero ello no lo ha privado de tomar a su cargo el área de Relaciones Institucionales, eufemismo con el que en la EPE le llaman al área de prensa.

La Asociación que nuclea a la franja de directivos técnicos y de carrera en la distribuidora lo rechaza. “Nos preguntamos si es oportuno que a sólo dos meses de la finalización del mandato del actual gobernador y por ende de todos sus funcionarios políticos, Directorio de la EPE incluido, se contrate a personal externo para cumplir funciones que de cierta forma estarían condicionando a la futura administración política de la empresa”, advirtieron desde la asociación de jerárquicos. En esa línea, observaron que “de resultar el caso que no se desease continuar con ese vínculo laboral, se estaría generando un gasto innecesario y absolutamente evitable, al tener que cumplir con las obligaciones que la rescisión del vínculo laboral demandará”.

De paso, la jugada le marca la cancha también al gobernador electo, Miguel Lifschitz, quien ya tuvo un chispazo con Luz y Fuerza cuando opinó a poco de ganar las elecciones que la EPE está “alambrada” por el sindicato y los gerentes.

Por otra parte, el planteo remarca que la contratación de Crismanich “obligará a la EPE a tener que abonarle los viáticos cada vez que el mismo se presente a trabajar, estrategia que consideramos improcedente y que contradice el espíritu de la compensación de gastos por traslados de un trabajador fuera de su sede habitual de trabajo”, añadieron.

Luego de la difusión de este reclamo contra la contratación del asesor, en la EPE el clima en los pisos superiores es de cortocircuito.