Los jugadores de los clubes de primera división y Tigre retomaron los entrenamientos en agosto pero el inicio del campeonato local parece una utopía. El presidente Alberto Fernández admitió este miércoles por la noche que la vuelta del fútbol argentino "es muy difícil" en el contexto actual de la pandemia de coronavirus en el país.

"Es muy difícil jugarlo, miren lo que está pasando con Boca. En el mundo hay una pandemia, lo que tenemos que evitar es la circulación y el contacto y el fútbol es un deporte de fricción que parece contradecir esa lógica", reflexionó el jefe de Estado en una entrevista con el programa "A dos voces" del canal Todo Noticias (TN).

Este miércoles, el club xeneize informó que ya se registraron 26 casos de coronavirus positivos en el plantel, 18 de ellos en futbolistas del equipo dirigido por Miguel Ángel Russo. De esta forma, de los 33 jugadores que llegaron a la burbuja sanitaria del hotel Howard Jonhson, de Tristán Suárez, más del 50 por ciento de ellos están infectados.

Fernández reconoció que no está "pensando en el fútbol centralmente", mientras los dirigentes de los clubes de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) proyectan el regreso a la actividad para fines de septiembre.

Sobre la participación de los equipos argentinos en la Copa Libertadores, a partir del próximo jueves 17 de septiembre, el presidente planteó: "Lo que hay que hacer es ver con mucho cuidado el tema, no es tan simple, es una pandemia. Vamos a ir a jugar a Brasil que está en una situación complicada. Hoy el epicentro de la pandemia es América Latina".