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Nueve mujeres denunciaron haber sido víctimas de acoso sexual por parte del tenor español Plácido Domingo, una de las celebridades del mundo de la ópera, cuando ellas comenzaban sus carreras, en hechos que ocurrieron desde principios de los años '80 y se extienden durante tres décadas. 

Los testimonios de las graves acusaciones contra Domingo, director de la Ópera de Los Ángeles, Estados Unidos, y considerado uno de los mejores cantantes de ópera de todos los tiempos, fueron publicados por la prensa española a partir de testimonios relevados por AP, que solo identificó a una de las víctimas, la mezzosoprano Patricia Wulf.

Las denunciantes, ocho cantantes y una bailarina, contaron que Domingo las presionó en los inicios de sus carreras para que entablasen relaciones sexuales ofreciéndoles trabajos y, en ocasiones, castigándolas profesionalmente cuando rechazaban sus propuestas.

Frente al escándalo, la superestrella de la ópera de 78 años afirmó en un comunicado que "las acusaciones de estos individuos no identificados que datan de hasta 30 años son profundamente preocupantes y, como se presenta, inexactas".

"Aun así, es doloroso escuchar que puede haber molestado a alguien o haberlos hecho sentir incómodos, no importa cuánto tiempo hace ya, a pesar de mis mejores intenciones. Creía que todas mis interacciones y relaciones siempre eran bienvenidas y consensuadas", agregó.

Por otro lado, el cantante subrayó que "las personas que me conocen o que han trabajado conmigo saben que no soy alguien que intencionalmente dañaría, ofendería o avergonzaría a nadie". "Sin embargo, reconozco que las reglas y estándares por los cuales somos, y debemos ser medidos hoy, son muy diferentes de lo que eran en el pasado", agregó.

Las revelaciones no tuvieron consecuencias profesionales inmediatas para el tenor, quien tiene previsto presentarse el próximo 25 y 31 de agosto en el festival de Salzburgo, en Austria, tras recibir el respaldo de su directora, Helga Raül Standler. 

Los supuestos encuentros donde el tenor acosó a sus compañeras tuvieron lugar durante tres décadas a partir de los años 80.

“Cada vez que bajaba del escenario, estaba entre bambalinas esperándome. Se pegaba a mí, todo lo cerca que podía, ponía su cara directamente junto a la mía, bajaba el tono de voz y decía, ‘Patricia, ¿tienes que irte a casa esta noche?’”, relató Wulf.

Otra mujer explicó que Domingo le pasó la mano por la falda, mientras tres denunciantes coincidieron en que las forzaba a besos húmedos en la boca en un vestuario, una habitación de hotel o una reunión.

"Alguien que intenta sostener tu mano durante un almuerzo de negocios es extraño, o poner su mano sobre tu rodilla es un poco extraño. Siempre te estaba tocando de alguna manera y siempre te besaba", relató una de las mujeres.

Una joven cantante de la Opera de Los Ángeles, donde Domingo había sido designado como nuevo director artístico, dijo que empezó a llamarla a su casa inmediatamente después de conocerla en un ensayo en 1988, cuando ella tenía 27 años. 

“Estaba totalmente intimidada y sentí que decirle no a él sería como decirle no a Dios. ¿Cómo le dices que no a Dios?”, dijo la mujer, quien relató que terminó cediendo y acudió al departamento del tenor, donde "practicaron tocamientos y manoseos". 

Muchas de las mujeres que denunciaron al tenor aseguraron que algunos colegas les habían advertido en repetidas ocasiones que no estuvieran nunca a solas con Domingo, ni siquiera en un ascensor.  Cantantes, bailarines, músicos de orquesta y personal técnico sostuvieron que el cantante perseguía a mujeres más jóvenes con impunidad.

(Télam)