El Revenge Porn, o “porno venganza”, consiste en difundir imágenes íntimas de una pareja o ex pareja en internet. Algunos administradores web condenan esta práctica poco moral, incluso en España la más reciente reforma del Código Penal ya considera este tipo de difusiones como delito. 

A esta lucha se ha sumado un importante aliado: nada más y nada menos que el gigante de internet Google.

Según anticipó el buscador, eliminarán de sus resultados las imágenes íntimas de una persona que se hayan compartido sin el permiso de ésta. Para esto implementarán un formulario, que estará disponible en unas semanas, desde el cual las víctimas de estas prácticas podrán solicitar que sus fotografías explícitas dejen de aparecer en Google Search.

La medida en sí es bastante importante, ya que era habitual que, al buscar el nombre de una persona afectada en Google, automáticamente se devolvieran las imágenes en cuestión. En el caso de las webs que se dedicaban a alojar el contenido, todo esto era parte del “negocio”. 

Hasta ahora, una de las estrategias utilizadas por las víctimas era enviar solicitudes DCMA por uso de material propio sin permiso, aunque éstas no siempre funcionaban. Aunque la solución de Google no terminará por completo con estas prácticas, sí que es un paso hacia adelante y esperan poder "ayudar" así a las víctimas.