Dice un viejo refrán que en el amor y en la guerra todo es posible. Y en el arte también, podría decirse. Es por eso que la idea del fotógrafo japonés Haruhiko Kawaguchi es tan bizarra como válida: se le ocurrió generar una serie de imágenes inmortalizando parejas enamoradas... envasadas al vacío. Sí, como si fueran un paquete de salchichas.

Pero, a pesar de las dudas que puedan tenerse sobre lo estético o lo seguro de la cuestión, muchas duplas se engancharon y se ofrecieron a posar en las fotos de Kawaguchi. El proceso es delicado y bastante riesgoso: primero las parejas son embadurnadas en lubricante para poder entrar en una bolsa que se usa para guardar muebles al vacío. Una vez acomodados en alguna posición que equilibre lo cómo y lo artístico, se empieza a absorber el aire de la bolsa con una aspiradora. Claustrofóbicos, abstenerse. 

 

Los modelos deben aguantar la respiración durante los 10 segundos que dura el proceso. Y entonces Kawaguchi tiene cuatro segundos para hacer la fotografía. No hay margen de error, obviamente. Por las dudas, todas las sesiones se realizan con un paramédico presente. El resultado es, al menos, impactante. Algunas duplas posan completamente vestidos y otros sin nada de ropa.

“Con mis fotografías intento mostrar el poder del amor al poner a las parejas lo más cerca posible. Cuanto menos distancia haya entre ellas, más fuerte será el amor", dijo el fotógrafo. Sí, más fuerte el amor y las posibilidades de morir por él. ¿No se puede estar cerca pero con oxígeno de por medio?
 

Kawaguchi busca a sus modelos en la calle, busca parejas con características especiales y que le llamen la atención. Además, una vez que las primeras imágenes se popularizaron, empezaron a llover voluntarios. Bueno, no hay que tomarse tan en serio aquello de "sellar" una relación, para eso mejor seguir con la metáfora y casarse o irse a vivir juntos. Y si la cosa viene por el lado de probar algo nuevo, es preferible arrancar yoga para parejas o algo así... mientras haya aire.