China advirtió que no tolerará "actividades separatistas" en Taiwán e insistió en que la retomará por la fuerza si fuera necesario, en medio de altas tensiones militares desatadas por una reciente visita a la isla de la líder del Congreso de Estados Unidos.

China, que considera a la autónoma Taiwán un territorio propio, respondió a la visita con amenazantes ejercicios militares en torno a la isla que alarmaron a la región, y Taiwán realizó luego sus propias maniobras y lanzó fuertes acusaciones contra Beijing.

En un documento publicado hoy bajo el título "La Cuestión de Taiwán y la Reunificación de China en la Nueva Era", el Gobierno chino definió cómo Beijing pretende tomar la isla mediante incentivos económicos y presión militar.

"No renunciaremos al uso de la fuerza y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias", dijo el texto de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, consignó la agencia de noticias AFP.

El documento del Gobierno chino enfatizó que el uso de la fuerza será de "último recurso" y para proteger a China "contra la injerencia externa y todas las actividades separatistas". "De ninguna manera tiene como objetivo a nuestros compatriotas chinos en Taiwán", destacó. 

Tras un preámbulo que define a Taiwán como "parte de China" y subraya que este "es un hecho indiscutible", el documento suma una serie de argumentaciones históricas con "base sólida en la historia y la jurisprudencia" sobre el estatus de la isla.

"Estamos listos para crear un vasto espacio para la reunificación pacífica, pero no dejaremos lugar para actividades separatistas de ninguna forma", señala el "libro blanco", como se denominan los documentos públicos de Gobiernos y organismos internacionales para informar a los órganos legislativos y la ciudadanía sobre decisiones importantes. La última vez que China promulgó un libro blanco sobre Taiwán había sido en 2000.