Carlos III se comprometió hoy, en su primer discurso como rey, a servir toda su vida a los británicos como lo hizo su madre Isabel II, fallecida el jueves en su castillo escocés de Balmoral, a quien calificó de "inspiración" y "modelo", después de recibir el saludo de una multitud congregada frente al Palacio de Buckingham en Londres.

"Mi amada mamá", cuando cumplió 21 años, "se comprometió (...) a dedicar su vida, ya fuera corta o larga, al servicio del pueblo", recordó el rey en su primer discurso a la nación, grabado en Buckingham y transmitido por televisión.

"Yo les renuevo hoy esa promesa de servicio durante toda la vida", agregó Carlos III, de 73 años, comprometiéndose a defender "los principios constitucionales".

El nuevo monarca, que será oficialmente proclamado mañana, dijo que el compromiso de su madre "definió toda su vida".

"Su dedicación y devoción como soberana nunca cedieron, en tiempos de cambio y progreso, en tiempos de alegría y celebración, y en tiempos de tristeza y pérdida", destacó.

Cuando la reina subió al trono, Reino Unido y el mundo "todavía estaban lidiando con las privaciones y las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, y seguían viviendo según las convenciones de épocas anteriores", continuó.

Carlos III enfatizó que el mundo cambió en 70 años, desde los años de posguerra hasta la actualidad, pero abogó por mantener constantes los valores y apuntó que "los deberes de la monarquía también continúan", ahora con él al frente.

Poco antes, miles de personas lo habían recibido con una ovación a su regreso a Londres desde Escocia, 800 kilómetros al norte, donde Isabel II falleció ayer a los 96 años.

"¡Dios salve al rey!", gritó la multitud, cuando Carlos III bajó junto a su esposa, la reina consorte Camila, del Rolls Royce oficial que los llevó desde el aeropuerto hasta las verjas de Buckingham, donde se izó por primera vez para él el estandarte real, según consignó la agencia de noticias AFP.

El nuevo monarca estrechó las manos de muchas personas y recibió de primera mano los mensajes de condolencias y apoyo.

Carlos III se convirtió en rey británico ayer en el momento en que murió su madre, pero será proclamado mañana oficialmente como tal.

La ceremonia se realizará en el Palacio de Saint James, en el centro Londres, frente a un cuerpo ceremonial conocido como el Consejo de Adhesión, compuesto por miembros del Consejo Privado, un grupo de parlamentarios de alto nivel, pasados ​​y actuales, y pares, así como algunos funcionarios públicos de alto nivel, altos comisionados de la Commonwealth y el alcalde de Londres.

Más de 700 personas tienen derecho a asistir a la reunión, pero dada la poca antelación, es probable que el número real sea mucho menor.

En la reunión, la presidente del Consejo Privado, la diputada Penny Mordaunt, anunciará la muerte de la reina Isabel II y se leerá una proclamación en voz alta que tradicionalmente incluye una serie de oraciones y promesas, encomiando al monarca anterior y prometiendo apoyo al nuevo.

De todas formas, la coronación del rey Carlos se espera se concrete dentro de unos meses, ya que requiere mucha preparación.

Carlos III anunció el nombramiento de su hijo mayor Guillermo, de 40 años, como nuevo príncipe de Gales. Su esposa Catalina será princesa de Gales, título no utilizado desde 1997 con la muerte de Lady Di.

En su discurso, el nuevo monarca también expresó su "amor" a su hijo menor, Enrique, de 37, y la esposa de este, la exactriz estadounidense Meghan Markle, que "continúan construyendo sus vidas en el extranjero".

La familia real mantenía una tensa relación con la pareja desde que abandonó sus funciones en 2020 y se fue a vivir a Estados Unidos.

El primer acto del rey en Buckingham fue reunirse con la nueva primera ministra, Liz Truss, nombrada el martes en reemplazo de Boris Johnson, que no tuvo tiempo de celebrar con Isabel II ninguna de las habituales audiencias periódicas entre los jefes de Estado y de Gobierno.

Isabel II era "una de las mayores líderes que el mundo haya conocido", dijo Truss horas antes durante un homenaje en el Parlamento.

"El Reino Unido es el gran país que es hoy gracias a ella. La Commonwealth es la familia de naciones que es hoy gracias a ella", resaltó.

Más tarde, la jefa de Gobierno leyó un pasaje de la Biblia en un oficio religioso celebrado en honor de la reina en la catedral de San Pablo: "Ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo, porque si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor".

Las campanas de la gran catedral anglicana sonaron al mediodía, como las de la Abadía de Westminster y otras del país, en honor de la difunta monarca. También se dispararon 96 salvas de cañón en varios lugares del Reino Unido, por los años de vida de la reina.

La Casa Real también informó esta mañana que el flamante monarca declaró período de luto real desde hoy hasta siete días después del funeral de la reina.

Se espera que el funeral de Estado de la reina tenga lugar en la Abadía de Westminster en menos de dos semanas, probablemente el 19 de septiembre, aunque el día exacto será confirmado por el Palacio de Buckingham.

"Los detalles del funeral de su majestad la Reina y otros próximos eventos ceremoniales y conmemorativos en todo el Reino Unido se anunciarán a su debido tiempo", informó esta mañana el Gobierno británico.

Se presume que el féretro saldrá de Balmoral para ser llevado por ruta al Palacio de Holyroodhouse, en Escocia, y, luego, a Londres.

Carlos III también se reunió con los funcionarios encargados de preparar el funeral de Estado de su madre, al que asistirán reyes y mandatarios de todo el mundo

El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó a Isabel II como una "estadista de dignidad y constancia inigualables", y anunció que estará en su funeral. El emperador de Japón, Naruhito, alabó los "muchos logros y contribuciones" de Isabel II.

El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó que Isabel II tenía "autoridad" en el mundo, pero no prevé viajar a Londres, precisó el viernes su portavoz.

(Télam)