Este primero de abril, en sede de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), se presentó TranSaberes, un programa a través del cual se llevó adelante un relevamiento sobre el estado de situación en relación al acceso a derechos de las personas travestis y trans en Rosario y la región. La fecha no fue azarosa: cada 31 de marzo se celebra el Día de la Visibilidad Travesti Trans, fecha que abre una semana de acciones para toda la comunidad LGBTIQ+.

En diálogo con Rosarioplus.com, Karla Ojeda, trabajadora travesti de la UNR y una de las responsables de llevar adelante el programa contó cómo fue el proceso desde su desembarco en la universidad, las primeras ideas, la creación del programa dependiente de la Secretaría General y el relevamiento de datos que hoy ya está plasmado en el documento presentado.

“En el año 2019 cuando ingresamos a la universidad estaba la idea de llevar adelante un proyecto que sirva para la comunidad travesti trans. En el 2020 explota la pandemia y las dificultades que tenían nuestras compañeras se ven aumentadas por la situación que se vivía. Pasó esto que se dice siempre, que la pandemia vino a desnudar las grandes desigualdades con las que ya habitábamos”, cuenta Karla Ojeda.

Karla tiene 50 años y se llama a sí misma una sobreviviente, ya que superó el promedio de vida que tiene la comunidad travesti trans. Llegó a la UNR de la mano de Soledad Cottone, actual decana de la facultad de Psicología, y una serie de agrupaciones estudiantiles que junto a Comunidad Trans y la Casa de las Locas, empujaron la presentación del proyecto de cupo laboral travesti trans en la Universidad Nacional de Rosario y que hoy ya es un hecho.

TranSaberes: el programa que llevó a la academia lo que las travas ya sabían

“Nos propusimos hacer un relevamiento de las necesidades y problemáticas de la comunidad travesti trans, siguiendo el método científico. Junto a compañeros de la Usina de Datos de la UNR, que ya tenían experiencia en esto, entrevistamos y recabamos datos de 134 compañeras, una muestra representacional de lo que es la comunidad travesti trans en Rosario y los alrededores”, detalla.

Los datos presentados muestran que el 69 por ciento de la población travesti trans vive por fuera del centro y macro centro de Rosario, que en su gran mayoría (92%) son de nacionalidad argentina, pero que hay población de Perú (3,4%), Paraguay (2,0%), Bolivia (0,7%), Colombia (0,7%) y Venezuela (0,7%). También revela que solo un 6,8% supera los 55 años de edad.

Cuadro elaborado desde el programa TranSaberes a partir de la compilación de datos.
Cuadro elaborado desde el programa TranSaberes a partir de la compilación de datos.

En el estudio también se compilan testimonios en relación a diferentes categorías que son problematizadas, como las nociones de vivienda, trabajo y salud. Solo un 38,1 % cuenta con trabajo, aunque también cabe contemplar qué es lo que se entiende por trabajo para la comunidad específica. “Para la gran mayoría de las mujeres travesti trans, el trabajo sexual es la única opción que la sociedad nos da para sostenernos económicamente”, dice uno de los testimonios. En muchos casos, entonces, contar con trabajo no significa que sea formal, ya que no sólo no hay legislación vigente para el trabajo sexual, sino que está cada vez más criminalizado.

“Una compañera nos preguntaba si nosotras, a partir del relevamiento realizado y de la investigación que se llevó adelante con el método de la academia, nos habíamos encontrado con algo que no hayamos sabido antes. Y la respuesta es no. Ninguno de los datos con los que nos encontramos es diferente a lo que venimos diciendo en relación a las necesidades de nuestra comunidad. Pero es muy importante que ahora lo que nosotros decimos está validado por la academia”, detalla.

“Nuestras vivencias se convierten en datos, los datos en conocimientos y estos a su vez en el insumo necesario para la elaboración de políticas públicas que respondan efectivamente a nuestras necesidades”, explica orgullosa.

TranSaberes: el programa que llevó a la academia lo que las travas ya sabían

“Cuándo nosotras defendemos el cupo, y hablamos de la importancia de ocupar lugares, aparece la pregunta de para qué. Cuando llegamos a esos lugares es una pregunta que nos atraviesa a nosotras también, para qué estar adentro de la Universidad y la respuesta es para esto. Hay una frase de las compañeras putas, que dicen para pensar la ley y la reglamentación de su trabajo: ‘nada de nosotras sin nosotras’. Esa frase también aplica a esto. Nada de nosotras sin nosotras. Construir conocimiento para la ciencia y desde la ciencia con nosotras adentro”, cierra Karla.