El cineasta, guionista y productor Armando Bó, quien creó y dirigió El presidente, serie sobre el affaire de sobornos en el fútbol conocido como el “FIFA Gate” que estrenará este viernes en la plataforma de Amazon Prime Video, dijo a Télam que los hechos que inspiraron la trama fueron “un delirio” y que lo atrajo que fuera “uno de esos momentos en los que la realidad supera a la ficción”.

“Me vinieron a buscar con la idea de hacer algo acerca del ‘FIFA Gate’, y me apasioné en un minuto con este mundo de esta mafia diferente”, recordó Bó en charla desde Uruguay, donde trabajaba en el momento en que la pandemia de coronavirus obligó a los países de la región al aislamiento social preventivo.

Coproducida por Gaumont, Fábula y la productora argentina Kapow, El presidente hace un puntilloso pero ameno relato en clave de comedia sobre los sucesos y personajes que intervinieron en el entramado de corrupción que estalló en 2015, pero que el FBI investigaba desde hacía cuatro años.


Por entonces salió a la luz la red de coimas -se calcula que al menos 150 millones de dólares pasaron de manos ilegalmente- para beneficiar a compañías estadounidenses y latinoamericanas con los derechos de patrocinio, marketing y distribución de diferentes competencias FIFA, que tuvo a numerosos dirigentes y empresarios detenidos y que acabó por derribar hasta el mismísimo Joseph Blatter del trono del fútbol mundial.

La serie sigue al chileno Sergio Jadue (Andrés Parra), un humilde dirigente de un club de segunda división que llega al centro del poder en la Conmebol y la FIFA solo para terminar siendo un “topo” infiltrado por el FBI.

Con actuaciones de las mexicanas Paulina Gaitán, Karla Souza, el chileno Luis Gnecco y el argentino Alberto Ajaka, El presidente cuenta con ocho episodios de una hora y promete generar revuelo especialmente por el hilarante personaje de Julio H. Grondona, una suerte de divertido Corleone porteño que habla en aforismos encarnado de manera brillante por Luis Margani (Mundo grúa).

Confeso hincha de Independiente “y obviamente de Messi y del Barcelona”, el ganador del Oscar a mejor guión por Birdman (2014) conversó con esta agencia acerca de la propuesta.

--¿Por qué te atrajo esta historia? ¿Te interpeló como futbolero?
--Soy muy fanático del fútbol pero al mismo tiempo siempre lo vi con un poco de humor e ironía. Para mí no era un escándalo más; cómo se manejaba todo, la libertad que tenían todos los personajes de hacer estos negociados hacía que yo lo viera más como una parodia, como una sátira sobre ese mundo, que como un caso real acerca de la corrupción.

--¿Por eso ese tono de comedia marcado, bien diferente a tus películas (“El último Elvis”, “Animal”) o tus guiones para González Iñárritu?
--Es uno de esos momentos en los que la realidad supera a la ficción. Cuando uno trabaja sobre un caso real tiene que trabajar mucho la ficción. En este caso fue un real desafío, porque era un delirio la cantidad de plata que se movía, que la Conmebol tuviera inmunidad diplomática. ¡Era como El Vaticano! ¡¿Cómo que la Conmebol tiene inmunidad diplomática?! Si lo pensás un segundo no puede ser. Yo veía estas situaciones y me llevaron a pensar que era más interesante contarlo como una parodia, como una comedia que como un caso real dramático. Imaginarse a estos viejos haciendo negocios, repartiendo la guita, me pareció que el tono tenía que ser este y que le da más frescura.


--El “FIFA Gate” es una complejísima trama con muchos personajes en diferentes países y zonas de influencia. ¿Por qué decidieron que el punto de entrada a este universo fuera a través de un personaje quizás menor, como Jadue?
--Una de las cosas que más me enganchó fue la tragicomedia del mundo de Sergio Jadue. Este personaje que viene de este pequeño club de Chile, que tampoco es un país muy grande, y cómo de repente llega a ser importante en medio de la explosión del fútbol mundial. Su historia personal también me atrapó porque en muy pocos años y siendo de un equipito muy chico se posiciona y empieza a estar en los lugares más importantes de la FIFA. Un tipo que empieza a ganar todo pero que ya está apretado por el FBI y sabe que no va a tener nada.

--¿Estás preparado para la repercusión que suelen tener estas series de interés popular? ¿A que quizás haya gente que se enoje?
--La verdad lo tomo con humildad, porque todo lo que se habla sensible del “FIFA Gate” en la serie es parte de los medios, de los libros, de los legajos. El que tenga mucho para decir será que de alguna manera estuvo involucrado. Yo no estoy poniendo el dedo para juzgar a nadie, no estamos diciendo nada que no esté dicho. Sí le pusimos un punto de vista diferente, con cinismo, y lo ordenamos para que la gente pudiera divertirse y entender realmente cómo fue.

--¿Cómo fue la elección de Margani para el rol de Grondona?
-“Don Julio” en algún punto es como un prócer argentino y no me imaginaba a ningún actor en ese personaje, me costaba muchísimo. La primera vez que vi a Margani era Grondona. Era un tano de barrio, la energía con la que hablaba, la edad, el tamaño, si entrecerrás un poco los ojos… Como no era un actor tan conocido fue como tomar un riesgo, pero hizo un gran trabajo. Tiene mucho del ADN de lo que era Julio, aunque obviamente está llevado un poco al extremo.

--¿Imaginás que la serie puede conquistar en países y públicos fuera del código futbolero latino?
--Lo primero que queríamos era que no fuera sólo para la gente de fútbol, que pudiera ser entendida por alguien que no sabe nada del “FIFA Gate”. Sin duda el mundo cambió sobre lo que se busca en una serie, están dispuestos a leer subtítulos. Las nuevas plataformas lo demuestran, los Oscar que ganó Parasite también. Se está abriendo el mundo a la idea de que el contenido sea de la mejor calidad posible, y dependiendo de la historia hay que elegir el idioma y no al revés.