"Vende droga", afirmó sin vueltas Ariel ‘Guille’ Cantero sobre Luis Paz cuando promediaba el desarrollo del juicio a Los Monos. Fue una respuesta a la declaración que pocos minutos antes el propio Paz había hecho de espaldas a él en la sala del Centro de Justicia Penal. Lo cierto es que se trató del intercambio de acusaciones formales dentro de un encono personal que los vincula con los estupefacientes, lazos familiares y crímenes de peso.

De toda acusación penal parecía haber zafado Luis Paz, pero este lunes su suerte cambió: la Policía Federal lo detuvo luego de comprobar que había organizado una red criminal dedicada a la venta de droga disimulada con empresas bajo el nombre de familiares. Distaba de su presentación frente a la Justicia donde había afirmado ser manager internacional de boxeo y propietario de un taxi.

También había sido sin quererlo testigo protegido, tras culpar a los integrantes de Los Monos por el crimen de su hijo, Martín “Fantasma” Paz, quien fuera asesinado por un sicario en septiembre de 2012, homicidio que significó el inicio de la llamada Megacausa Los Monos. Una ejecución brutal a las dos de la tarde de un sábado cualquiera que encendió la mecha de la investigación.

Y un día el padre del Fantasma corrió su velo. Sólo se lo conocía por una imagen pixelada de una pelea de boxeo en Las Vegas en donde se lo veía sentado a pocos metros del juez Juan Carlos Vienna, quien llevó adelante de la investigación Los Monos. Paradoja o coincidencia que generó un cimbronazo judicial. 

El anonimato se esfumó a principio de diciembre de 2017 justamente durante el juicio a Los Monos. Llegó engominado y de chomba, prolijidad que completó con unos lentes tipo aviador claros. El chaleco antibalas recién se lo sacaron al entrar a la sala donde nombró a Guille Cantero y a Ramón Machuca (alias “Monchi Cantero) como los autores intelectuales de dicho crimen “porque le debían plata”. Sin embargo el motivo era otro según las investigaciones: Fantasma trabajaba para Los Monos y se quedó con un dinero que devolvería luego de invertir en su propio negocio narco, pero la jugada le salió mal.

 

El vínculo entre los Paz y los Cantero también era familiar. Luis Paz fue suegro de Claudio “Pájaro” Cantero, líder de la organización criminal hasta su muerte en 2017, quien estaba casado con su hija Mercedes. Entre la hipótesis que maneja la Policía Federal en cuanto a las internas familiares, los Cantero señalan a Luis Paz como el instigador del asesinato del “Pájaro”, en supuesta represalia por el crimen de su hijo.

“Hubo un pacto entre el socialismo, el juez Vienna, Luis Paz y la División Judiciales. Nos tomaron a nosotros como una asociación ilícita criminal para mostrar que nosotros somos el monstruo, el mal de la provincia, pero en verdad lo que pasa es una farsa", agregó en el juicio Monchi Cantero.

La detención

La pesquisa de la Policía Federal arrojó información sobre el entramado delictivo que había montado Luis Paz. Viviendo en un barrio privado, se dedicó a la compra – venta y administración de inmuebles, la mayoría de ellos sin ningún tipo de justificación patrimonial,  aunque su actividad fundamental era la coordinación de una banda dedicada a la venta de estupefacientes. Por lo que la figura de lavado de activos también sería parte de la imputación.

Paz fue detenido en el centro de Rosario, en San Martín al 500, junto a otros seis integrantes que ocupaban diferentes roles. Entre ellos, cayeron el responsable del ingreso de la droga desde Paraguay, un hombre conocido como “Gali” que se encargaba de la venta al menudeo en Villa Constitución, y un arquitecto que, simulando administrar propiedades de Paz, tenía a su cargo la organización de distintas maniobras delictivas.

Entre el material incautado, se suman 866 gramos de cocaína, más de un kilo de marihuana, plantas de cannabis sativa, balanzas portátiles, dinero en efectivo (dólares, euros y pesos), una gran cantidad de armas de fuego (escopetas y revólveres de distintos calibres) 31 teléfonos celulares, discos rígidos, pendrives, tablets y documentación que será de vital interés para el avance de la causa.