El arma con la que en 2013 asesinaron a Diego “Tarta” Demarre, el dueño del boliche “Infinity Night” de Villa Gobernador Gálvez, fue la misma que utilizaron un día después de ese homicidio para cometer un triple crimen que también se le imputa a Los Monos. Así lo declaró este martes un perito en Balística de la Policía Científica santafesina, en una nueva audiencia del juicio oral que se le sigue a dicha organización por asociación ilícita y cinco asesinatos.

Este testigo afirmó que el cotejo de las vainas secuestradas en la escena del crimen de Demarre (32), cometido el 27 de mayo de 2013, estableció que “coinciden” con las halladas en el lugar donde asesinaron al día siguiente a Marcelo Alomar (36), Nahuel Alomar (24) y Norma César (49), y que todas fueron “percutidas por la misma pistola”.

El perito detalló que de la escena del triple crimen se incautaron 24 vainas expulsadas por “dos armas distintas calibre nueve milímetros”, 14 de las cuales pertenecían a una de las pistolas y las restantes 10 a la segunda y que, a su vez, se “correspondían con la vaina secuestrada en el crimen de Demarre”.

“Una de las armas semiautomática que se percutió en el triple crimen es la misma que se percutió en el homicidio de Demarre”, aseguró el testigo ante los jueces Ismael Manfrín, Marisol Usandizaga y María Más Varela. Consultado por el fiscal Luis Schiapa Pietra, el perito policial aseguró que “los cotejos -entre vainas percutidas- son “siempre contundentes al cien por cien”.

Por el crimen de Demarre, dueño del boliche frente al que asesinaron el 26 de mayo de 2013 al por entonces líder de Los Monos, Ariel “Pajaro” Cantero (27), son sometidos a juicio Andrés “Gitano” Fernández (40), Ariel Máximo “Guille” Cantero (29) -hermano del “Pájaro”-, Leandro Alberto “Gordo” Vilches (32) y Jorge Emanuel “Ema” Chamorro (29).

De acuerdo a la fiscalía, Fernández conducía el Volkswagen Bora desde el que “Guille” disparó contra el “Tarta” cuando éste regresaba a su domicilio en su Peugeot Partner y junto a su esposa; mientras que Vilches y “Ema” están acusados de “partícipes secundarios” por haber realizado el seguimiento previo a Demarre y alertar a sus cómplices de sus movimientos.

Además, en este juicio también se ventiló el homicidio de la adolescente Lourdes Cantero (14) -sin vínculos familiares con miembros de “Los Monos”-, asesinada en mayo de 2013 cuando su casa fue atacada a balazos ante la presunción de que allí funcionaba un búnker de drogas. Para los investigadores, el autor intelectual de este crimen fue Ramón Ezequiel Machuca (35), alias “Monchi Cantero”, quien habría ordenado el ataque a “soldaditos” de la banda para evitar la competencia en el narcomenudeo.

En tanto, el triple crimen de los Alomar y César comenzará a ser ventilado en el debate oral recién la semana próxima.

El lunes, el suboficial Ariel Lotito, quien investigó a “Los Monos”, declaró en el juicio que tras el crimen del “Pájaro” Cantero hubo “una cacería frenética” en busca de “gente para matar”.
Este testigo involucró a miembros de la banda al reconocer sus voces en “escuchas” de teléfonos celulares cuando se comunicaban entre ellos y aseguró que “hablaban del crimen de Demarre” y del “seguimiento” que habían hecho hasta “ejecutarlo” por considerar que había “entregado” a su líder asesinado un día antes.

Además, durante la misma audiencia declararon otros dos policías; uno de la provincia de Córdoba y otro de Rosario, quienes relataron las actuaciones realizadas para dar con el Volkswagen Bora blanco desde el cual habrían salido los disparos que mataron a Demarre.

El policía cordobés aseguró que el auto fue encontrado en un domicilio de la capital de esa provincia y que al momento de practicar los peritajes para su secuestro, el color del auto era “negro” y que tanto su patente como su número de identificación “coincidían” con el de un modelo Bora, Turbo 1.8.

Por su parte, el policía rosarino que fue comisionado para actuar como veedor a Córdoba y además debía trasladar el vehículo bajo secuestro a ésta ciudad santafesina, aseguró que el auto había sido “camuflado y vendido”. “Nos dimos cuenta de que había sido pintado al abrir la puerta del baúl donde observamos que había resto de pintura blanca”, dijo y añadió que la documentación estaba a nombre de una mujer “no involucrada en la causa”.

Mientras que Betiana Mabel Quintana (38), la mujer Demarre, declaró ante el tribunal que su pareja “era chorro” e “iba a cosas fáciles” pero que no tenía “nada que ver con las drogas”, al tiempo que intentó desligar del caso a “Guille” Cantero al afirmar que no fue el asesino, a pesar de que en tres ocasiones anteriores había dicho no haber podido ver al tirador.