En un buen gesto como anfitrión, el capitán del seleccionado argentino Lionel Messi ofreció a sus compañeros un almuerzo en el restaurante de su familia en Barcelona, lugar que hace casi dos años se convirtió en su pequeño "jardín" particular, en pleno corazón de la ciudad. Entre los comensales también estuvieron el DT Jorge Sampaoli y el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia.

"Bellavista del Jardín del Norte" es el nombre del restaurante de los Messi, situado en la elegante calle Enric Granados, en el Example izquierdo barcelonés, un proyecto que combina la cocina tradicional catalana con toques argentinos y de vanguardia, cuyo diseño interior pretende escenificar un "pueblo", ese microclima rosarino que le gusta respirar al astro del FC Barcelona.

Tras casi dos décadas jugando en el Camp Nou, su jardín por excelencia, Messi junto a sus hermanos Rodrigo y Marisol, debutaron con su primera aventura gastronómica junto al Grup Iglesias, de los hermanos Juan Carlos, Borja y Pedro Iglesias, socios de otros dos hermanos famosos, los chef Albert y Ferran Adriá.

Frente al restaurante de Messi se encuentra la "Tintorería Hungría", un recuerdo amargo del que fue el debut del astro argentino con la camiseta albiceleste hace 13 años con la selección de José Pekerman, que duró apenas 30 segundos porque fue expulsado. Pero esa es una historia que el capitán de la selección de Jorge Sampaoli dejó atrás hace muchísimo tiempo, y seguramente, aunque la recuerda, nada tiene que ver con su presente glorioso, a las puertas de un nuevo Mundial.

Ahora mismo, pese a que la Argentina sigue en el ojo del huracán por la cancelación del partido amistoso contra Israel, que estaba previsto para el sábado en Jerusalén, Messi se siente tranquilo: pasó de estar amenazado y señalado a convertirse en héroe de una buena parte del planeta y, en parte, se lo debe al apoyo de sus compañeros. A ellos es a quienes quiso reconfortar con el almuerzo, llevándolos a la intimidad de su cocina.

En realidad es su hermano Rodrigo, un entusiasta del tema gastronómico, quien maneja el negocio familiar que implicó una inversión de cerca de 2,5 millones de euros.

Desde la calle apenas se puede divisar el interior, pero Bellavista del Jardín del Norte pretende recrear un mini pueblo, con su kiosco de revista, una barbería, la iglesia, una fuente de agua llamada "Manantial Rosario", todo un guiño hacia el hogar del crack rosarino. También cuenta con una zona de videojuegos y cientos de vinilos, donde están colgadas camisetas del FC Barcelona de Messi, Suárez y Neymar.

En el segundo nivel del restaurante está la zona que Messi recibió a sus compañeros de equipo, en la que puede mantener cierta privacidad cuando el restaurante está abierto al público, aunque no fue necesario recluirse allí porque el restaurante estaba cerrado para la selección.

(Télam)